Por Toni García Arias.
Hace unos 20 años, estaba yo dando clase de ciencias naturales a mis alumnos de 8º de EGB cuando al aula entró el director del colegio. Mientras los alumnos estaban realizando sus tareas, el director me comentó que aquella era su asignatura favorita. Yo le dije que a mí me gustaba mucho el tema que estábamos dando, que era el de los minerales, gracias a un maestro que tuve que me enseñó a valorar el prodigio que había detrás de su formación. Entonces, el hombre me dijo que al lado del colegio había un campo donde había minerales, sobre todo calcita y aragonito. Me preguntó si me gustaría ir, y le dije que por supuesto, pensando que organizaríamos alguna excursión. Entonces, se dirigió a los alumnos y les dijo “poneos en fila que nos vamos a recoger minerales”. Todavía impactado, salimos del colegio, recorrimos unos diez minutos caminando y llegamos a un campo donde los alumnos comenzaron a buscar minerales mientras entre el director y yo les íbamos diciendo si eran minerales o no y los nombres de lo que habían encontrado. La excursión fue tan amena que los alumnos llegaron a la siguiente sesión de inglés media hora tarde. Durante todo el trayecto de ida y de vuelta, el director y yo fuimos a la cabeza de la comitiva charlando animadamente de nuestras experiencias como maestros sin mirar ni un momento hacia atrás.
Hoy en día, eso sería imposible. Primero, tendríamos que tener una autorización de salida, ya que -de lo contrario- no podríamos salir del colegio así alegremente a aprender por el mundo adelante. También deberíamos informar de que los alumnos se tendrían que agachar para recoger minerales y de que se iban a ensuciar las manos, ya que siempre podría acudir al colegio algún padre iluminado a denunciar que no le parecía bien que su hijo hiciese esfuerzos inútiles y, mucho menos, que se le obligase a ensuciarse las manos para buscar minerales que se podían comprar fácilmente por fascículos. Del mismo modo, algún padre podría acudir alegando que su hijo no iba a ser arqueólogo ni mierdas de esas, por lo que no vería bien esa excursión. Además, tendríamos que recoger la excursión en la Programación Didáctica, con sus objetivos y su evaluación, porque de lo contrario, ante la denuncia de un padre, inspección educativa comprobaría que, efectivamente, esa actividad no estaba recogida en la PGA y, ante cualquier incidencia, el docente podría pagar las consecuencias por el grave acto de sacar a los niños al mundo a aprender. Del mismo modo, esta actividad podría implicar que no trabajamos los minerales en el libro de texto, por lo que cualquier padre podría suponer que el maestro no trabaja bien en su clase por no seguir el libro. Asimismo, al maestro de inglés tampoco le gustaría que sus alumnos llegasen tarde a su sesión, porque eso le retrasaría su programación, obligándole a realizar ajustes para que la santísima Programación Didáctica no se viese alterada. Obviamente, el director y yo tampoco podríamos ir hablando animadamente de nuestras experiencias sin mirar hacia atrás, ya cuando llegásemos al colegio, tendríamos a la mitad de los alumnos detrás y a la otra mitad perdidos. Esto, por supuesto, supondría una grave sanción para el docente, ya que en nuestro país la culpa de que alguien no cumpla una norma no es de quien la incumple sino de quien no vigila.
Por desgracia, hoy en día ya no se enseña. Se intenta, pero no se enseña. La enseñanza está enferma. Y está enferma porque no tiene maestros que enseñen, sino burócratas que rellenan papeles. La administración ha reconvertido a los maestros intelectuales en meros muñecos mecánicos ejecutores de una normativa absurda creada por personas que no saben de educación. Los centros no cuentan con la más mínima autonomía curricular ni económica y los docentes son esclavos de los documentos del centro ante la vigilante mirada de la administración. Por si esto fuese poco, los padres han terminado por destrozar la autoridad de los docentes; una autoridad absolutamente imprescindible para poder educar. Las mesas de los directores y de los inspectores se han llenado de constantes quejas y denuncias. Que si el profesor le tiene manía a su hijo; que si no le parece bien un 9,5, que cree que su hijo merece un 10 (en 1º de Primaria); que los 8 partes de indisciplina que se le han abierto a su hijo son porque los profesores no lo entienden; que si su hijo dice tacos es porque los aprende en el colegio; que si su hijo no quiere dar música porque no va a ser Mozart; que si su hijo no iba a inglés porque aquí se habla español (en 2º de Primaria); que qué daño hace su hijo con fumarse un porro, que todos los jóvenes lo hacen; que la culpa de que su hijo perdiese un diente en una pelea en mitad del patio era culpa del maestro que no vigilaba; que quiere los exámenes fotocopiados porque no se fía del maestro; que es normal que un niño vaya tocándole las tetas a las niñas; que su hijo no va a hacer los deberes porque a él no le da la gana (o, literalmente, porque no le sale de sus santos cojones); que si su hijo se aburre en clase porque es de altas capacidades (ya se sabe que alumnos de altas capacidades hay pocos, pero padres de alumnos con altas capacidades, a millares); que su hijo no termina las actividades en casa porque no lo apunta en la agenda y eso es culpa del maestro que no lo comprueba (en una clase de 25 alumnos de 6º de Primaria); que si los niños pasan frío en la fila a la entrada del colegio; que si pasan mucho calor en el patio en verano; que si se mojan los pies cuando llueve; que si patatín; que si patatán. Todo esto y mucho más lo he presenciado en los últimos años.
Todo ello ha generado un colectivo docente sin autoridad, con miedo a salirse del libro de texto y de la programación, con miedo a realizar actividades más allá de lo normal por temor a las quejas de los padres o al mal comportamiento de los alumnos que posteriormente será justificado por los padres, con miedo a la administración cuyo rostro visible casi siempre es sancionador; docentes muchas veces desmotivados, con ganas de que el día pase sin grandes incidencias, sabiendo que en muchos casos la sociedad solo ve en la escuela una guardería donde aparcar a los niños mientras los padres trabajan, sin que a esa sociedad ni a la administración le interese realmente la educación, algo que se demuestra en la dejadez del ministerio, de las consejerías y de los ayuntamientos, que recortan el presupuesto en educación de manera continuada. Y, sin embargo, a pesar de que los maestros tienen en contra a una sociedad que no los valora (o que los llama vagos directamente), a unos padres cuyas absurdas reclamaciones minan su motivación, a una administración que solo se preocupa de que rellenen papeles y a la propia ley, que entorpece su tarea de aula, los docentes españoles consiguen que sus alumnos estén en la media de la OCDE en los informes PISA. Imaginaos lo que harían si se les dejase en paz.
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208 comentarios
Totalmente de acuerdo ….
Cuanta razón tienes. Yo ya estoy ju ilada, pero estaba muy desencantada porque a mi siempre me gustó enseñar ero cada vez tenía menos tiempo de preparar las clases porque nos pasabamos el tiempo en reuniones que luego servían para poco y rellenando documentos obligatorios….. Pero todo eso sirve para dar clase y a parte termine no queriendo ir de excursión porque era un sin vivir por el comportamiento de muchos de los alumnos
Toda una gran verdad
La burocracia y la carga administrativa hacen a la educación complicada.
Toda la razon. Las autoridades y padres destruyen la voluntad de trabajo
Yo llevo dando clases y EDUCANDO en EGB y Primaria 30 años e intento seguir en la misma línea y lo consigo a pesar de las nuevas dificultades.
Totalmente de acuerdo.Aca en Argentina, sobretodo en Buenos Aires y conurbano, ocurre lo mismo. No hay más respeto por el docente
Así estamos los docentes ninguneados, marionetas de una administración inepta y caduca, parte de un sistema educativo que se resquebraja. Los niños están superprotegidos y consentidos , no se les potencia la motivación intrínseca, solo la extrínseca. El futuro de nuestra sociedad es gris.
La sociedad va mal. No hay respeto y eso, no se aprende en la escuela, un tanto por ciento, se aprende en el ámbito familiar.
Hay es donde se aprende los valores primordiales. Si los padres dedican un tiempo a ver como es su hijo, y ve, que no hace nada, no respeta a ellos, difícil es que fuera de casa, sea buena persona.
Lo que pasa hoy, ya pasaba en la generación anterior, y es un copia y pega.
Padres irresponsables, hijos iguales.
Lo malo, es que algunos de estos, tendrán responsabilidad y no será capaz de discernir, el bien del mal. El ordenador, le dirá la solución, del maestro, ni se acordará.
Soy abuelo, y estoy, viviendo tres generaciones, y vamos a peor.
Yo eduque a mi familia con valores, y ahora, ayudaré a que mis nietos sigan mis pasos.
Totalmente, soy docente Colombiano y esto se vive en toda Latinoamérica, no solo en España, creo que en el mundo.
Completamente de acuerdo. Gracias por poner en palabras lo que muchos docentes vivimos dia a dia.
Más verdad que un santo…
Gran verdad…en mi modesta opinión.
Bien expresado y muy claro. Poco más que añadir.
Uno que hizo la EGB y que le gustaría que sus hijos fuesen así educados
Fui maestro funcionario entre 1982 a 1989 y entonces se podía enseñar sin tanta burocracia. Hoy días los maestros gastan gran parte de su energía en tareas burocráticas para hacerles el trabajo a tanta cantidad de inútiles que hay por arriba. O se simplifica la burocracia o no hay nada que hacer para conseguir una enseñanza más enfocada en el alumno
Realmente cierto. La vocación de maestro, de docente, se mueve con todos estos impedimentos que hay que superar y modificar con urgencia.
También hay mucho docente coleguilla y flowerpower que arruina el trabajo del resto.
Verdad absoluta. ¿Dónde quedó sentido común?
¡Ahí quería llegar! No hay peor cuña que la de la misma madera
Hemos pasado a ser burócratas y guarderías , donde muchas familias exigen derechos.
Así están las cosas. Triste haber presenciado el progresivo deterioro. Pero la realidad, aunque parezca ficción, es tal cual la cuentas.
Soy un padre de alumno ya universitario. Durante años he vivido esa situación que narra de padres con quejas hacia profesores. Curiosamente siempre contra los que mejor cumplían su trabajo, eran más rigurosos con su asignatura y también más exigentes. En vez de agradecer una educación de más nivel para llegar mejor preparados al instituto o a la universidad todo era protestar por los deberes, las notas, los castigos. Cuando mi hijo hacía alguna trastada llevaba 2 castigos: el de la escuela y el de casa. Eso sí, cuando lo ha hecho bien siempre ha tenido premio. En la EBAU mi chico aprobó un examen con la nota más alta escogiendo la opción difícil (solo la eligieron 2 en toda la comunidad) su profe, uno de los más duros de su instituto y que no tenía un especial trato con él, vino a chocarte la mano y le dijo “sí señor, con dos cojones”. Eso es educar.
Haz tu propio trabajo y hazlo lo mejor posible.
Si estás pendiente del trabajo de los demás, tú mismo arruinas tu propio trabajo e intentas arruinar el de los demás.
No es malo conectar con los alumnos, todo lo contrario.
Eso del Flower Power es otra cosa; más bien cosa de hippies.
Saludos.
Entre esos y los pedagogos de departamento de orientación, estamos listos
Totalmente de acuerdo. Desde el año 86 he visto como se ha ido deteriorando la educación y el poder político tiene mucho que ver. Cuando se hace una reforma educativa nunca se consulta a los que estamos a pie de aula, sólo a los técnicos que no han pisado un aula en su vida y no han vivido la realidad. En este curso me júbilo, otro docente recogerá mi testigo.
Buenas tardes.
Llevo 21 años dando clase de biología en eso y bto. Me da pena esta visión ten pesimista de la enseñanza. Pienso que no podemos poner excusas; es cierto que hay dificultades, es cierto que los padres no siempre apoyan…pero pienso que tenemos mucho margen de maniobra; que podemos hacer muchas cosas. Yo sigo saliendo al campo con ellos: a visitar unas minas de sal abandonadas, a ver fósiles, a una charca de anfibios por la noche para ver a los sapos cantando, hacemos una travesía por el Pirineo de 25 km (algún año nos ha llovido), he organizado durante 10 años unas aulas de naturaleza en un pueblo de Soria, diseccionamos truchas y mejillones…y muchas otras cosas. Sí he visto entre los profesores una mayor inseguridad a la hora de plantear actividades; pero se pueden hacer. Hace falta creérselo, echarle valor, disfrutar con los alumnos, apasionarse y apasionarlos. Sigue siendo una profesión maravillosa. Sigue dependiendo de nosotros que lo sea. No echemos las culpas a otros….si no hacemos cosas es por que nos resulta más cómodo no complicarnos, por que preferimos no tener sobresaltos…..A los niños les sigue gustando salir al campo y disfrutan como siempre; y a los padres les sigue gustando que sus hijos disfrute. Es verdad que a veces hay alguno que da la nota, pero no es, ni mucho menos, la norma. Menos victimismo compañeros y más entusiasmo.
Un abrazo a todos
El intentar ser positivos no compensa la desastrosa realidad que tenemos. A mí se me van la vocación y el buenrollismo por el retrete teniendo que afrontar dificultades, faltas de respeto diarias de familias, y complicaciones que la misma administración nos pone, el destartalamiento de los centros públicos y la grandísima falta de personal que tenemos.
Me niego a decir que solo se trata de cómo te tomes las cosas y por tanto, a culpabilizar a los docentes y a la actitud que tomemos frente a nuestra realidad, que es verdaderamente mediocre en muchos aspectos. Llevo desde 2011 enseñando; yo ya llegué a ver el vaso roto directamente. El futuro no se augura bueno si no arrimamos el hombro como sociedad, tanto para implicarnos en la educación de nuestro país colaborando con los docentes activamente en la comunidad educativa, como luchando por los derechos de todos frente a un sistema de gobierno que solo quiere ver la educación pública caer desde dentro.
Buenas tardes.
No es un intento de ser positivo. Es una vivencia. No ignoro las dificultades que tenemos. Educar nunca ha sido fácil; ni ahora ni antes. Ahora tenemos una serie de dificultades que se enumeran perfectamente en el artículo. Pero seguimos teniendo lo más valioso: a nuestros chicos y chicas y, sobre todo, nuestra convicción y nuestra ilusión por enseñar y por aprender con ellos.
Por supuesto que se trata de cómo te tomes las cosas. Objetivamente hay cosas que van mal y, objetivamente, hay muchas cosas que pueden hacerse y muchos valores y potencial en nuestros alumnos. Aprendamos a mirarlos de esta manera, con fe en sus posibilidades y en el enorme potencial que tienen y dejémonos llevar por nuestro impulso docente y por nuestra ilusión…las otras cosas son, sin duda, obstáculos pero en absoluto impedimentos.
Hemos vivido muchos cambios de leyes , a cual más disparatada, pero en el aula seguimos estando nosotros y nuestros alumnos; ese territorio nos pertenece, y es mucho lo que podemos hacer.
Un abrazo
Hemos de motivarnos siempre y así motivaremos a los alumnos, disfrutando con ellos y no dejarnos llevar por la comodidad, parte importante es la actitud de la dirección del centro y demás compañeros, los alumnos disfrutan y aprenden a aprender con la naturaleza, con actividades cotidianas y propias de y para la vida. Un saludo y ánimo, aunque no se nos agradece ni se nos valora lo necesario. Una maestra jubilada de primaria.
Totalmente de acuerdo contigo. Se pueden hacer muchas cosas que motiven a nuestro jovenes aún a pesar de las dificultades. La negatividad no es buena consejera.
Querido compañero, hace ya unos años tenía una clase con un alumna sorda, una paralítica cerebral, cinco alumnos saharauis de acogida y 5 alumnos internos de un pueblo que se llevaban la silla para escribir en la pizarra; explícame tú a mi cómo me los llevo por la noche a ver ranas.
No te voy a explicar cómo tienes que hacer las cosas. Tampoco te describiré a los alumnos que he tenido en todos estos años. Lo que sí te diré es que con todos ellos he disfrutado y con todos he podido hacer muchas cosas muy interesantes. Diferentes, según los alumnos. Pero todas ellas muy interesantes. La cuestión es que, como docentes, deberíamos ser capaces de ver en nuestros alumnos las posibilidades y el potencial que encierran y echar manos de nuestra creatividad y nuestra ilusión para llegar a ellos. Si no es así, ¿por qué hemos elegido esta profesión?
Buenas noches:
No es una visión ni pesimista ni victimista, es una visión realista, y compartida -por lo que observo- por la gran mayoría de docentes. Debería releerlo. Además, el artículo dice bien claro que los docentes siguen ilusionados a pesar de todas esas dificultades.
Su visión, en cambio, me parece muy simplona, como si estuviésemos rodeados de unicornios de colores.
y sobre salir de excursión, se nota que a usted no le han condenado a pagar por la lesión de un menor en una actividad. Lea las sentencias judiciales que hay por ahí. Le pondrían los pelos de punta.
VOLVAMOS AL AMOR PEDAGÓGICO, SIN TAPUJOS Y SIN PROGRAMAS, VOLVAMOS A LA LIBERTAD PEDAGÓGICA QUE LIBERABA A NUESTROS ALUMNOS…!!!
BASTA DE “PEDAGOGISMO”, PORQUE UN EXCESO DE PEDAGOGÍA MATA A LA PEDAGOGÍA…!!!
AL CARAJO LA REFORMITA, LA REUNIONITA Y LA EVALUACIONITA!!!
PORQUE AL EVALUAR DEMASIADO, YA NO SE EVOLUCIONA…
IKER BONPLAND
He trabajado (antes decía “disfrutado”) 42 años dedicado como maestro a la enseñanza y comparto por completo todo lo expresado por el Sr. García Arias, D. Antonio
No puedo estar más de acuerdo.
Mi madre que ahora tendría 98 años y fue maestra razón, probablemente, de que tres de sus cuatro hijos nos hayamos dedicado a la enseñanza . Ella nos contaba experiencias similares a las que tú relatas y siempre guardó muy buenos recuerdos de aquellos años en los que incluso caminaba 12 km diarios para ir a su escuela.
Yo comencé a trabajar en Secundaria en el 86 y he comprobado cómo a lo largo de los años nuestra tarea , tan primordial y básica para formar personas que edifiquen el futuro, ha ido desprestigiándose y cómo el absurdo aumento de la burocracia ha convertido al profesor-educador en un mero gestor haciéndole perder su verdadera vocación .
Mi madre nos animó a ser maestros , yo ahora ánimo a no serlo. No así.
Comparto plenamente y con mucha tristeza !!!
Pedazo de opinión. La comparto al 200%
Totalmente de acuerdo con todo lo expresado en este artículo y con las opiniones al respecto.
Yo soy maestra, pero trabajo como educadora con los más pequeños (el ciclo0-3 años). Siempre me quedé con las ganas de opositar para el segundo ciclo, pero me echaba para atrás tanta rigidez y presión en alcanzar unos objetivos en edades tan tempranas, cuando aún no están preparados para la lectoescritura y los aprendizajes deberían basarse en las experiencias con lo cotidiano, con lo manipulativo y con su entorno. Por ello permanezco con los más pequeños, porque en mi día a día plantamos legumbres, pintamos con las manos, hacemos talleres de cocina… y nos ensuciamos todo el tiempo, pero aprendemos disfrutando y sieno felices y libres.
Tengo un hijo en secundaria triste, apático y desmotivado porque no entiende para que sirven sus estudios. Para él no hay aprendizaje, hay instrucciones y contenidos sin sentido. Y con este sistema, es imposible ayudarle a encontrar algo de gratificación en lo que hace.
Una profunda tristeza es lo que siento por cómo se está destrozando la formación de estas generaciones
Tristemente totalmente de acuerdo con todas las tristes opiniones y experiencias de estos y tantos y tantos callados, y para nada de el profesor de secundaria tan “positivo”,todo falso, no soy maestra, pero lo cierto es que cuando los mayores de60 llevábamos nuestros hijos aprendían, respetaban a sus profesores, los querían mucho, y si los castigaban,,cuando venían llorando porque los habian castigado, los padres les decíamos que por algo sería…..y no como estos padres actuales, que le quitan la autoridad al maestro, llendo al cole y formandole un escándalo al pobre profe haciendo que los alumnos se enfrente a él…..consecuencias incultura absoluta de nuestros jóvenes, que es lo que pretende este “MARAVILLOSO GOBIERNO COMUNISTA “,cerebros huecos, borregos suyos ,etc etc no hay más que ver que pretende la LEY CELA, repugnante ley educativa….
No puedo estar más de acuerdo. Excelente artículo. Enhorabuena y gracias por reflejar así la realidad educativa que vivimos actualmente.
Soy maestra desde 1985. Apasionada de mi profesión, sigo disfrutando,a pesar de. Sufro el sinsentido de la burocracia, la inoperancia de los servicios sociales, la ineptitud de muchos padres y el desconcierto, sin norte, vacío, soledad… de tantos niños. Intento hacer las cosas a mi manera y escribir lo que esperan que escriba. Añoro mis tiempos con 40 alumnos en clase, unos con interés, otros no tanto y otros deseando salir del colegio, pero todos conocedores de sus límites.
Esto tocará fondo, mientras, hacerse bicho palo. Es una profesión preciosa que no está en su mejor momento. Un paraguas y palante.
Yo estudié magisterio. Nunca oposite, vi venir el cambio y la intromisión de los padres en el trabajo de los maestros. Actualmente tengo dos hijas, mi hija de 12 años recibe todos los días mensajes de su profesora para que vea videos. En lugar de explicar pone videos, videos explicativos que entonces me pregunto yo , para qué va al cole…hay desidia por las dos partes, por parte de los educadores y de los padres. Quién tiene la culpa? Los dos y así seguirá siendo, no os engañéis. Es muy cómodo quejarse en las redes sociales. Pero nunca se consiguió nada si uno no se moja y la sociedad actual está planteada así .
Si quieres saber el por qué de tanto vídeo visita la web theflippedclassroom.es. No es bueno hablar desde el desconocimiento, y mucho menos para criticar.
Soy profesor y te digo que eso que dices pinta de desidia no tiene, yo trabajo de manera similar y lo que hago es intentar que los niños busquen, investiguen y vean en algo más que el libro con preguntas que yo hago sobre el tema en cuestión para luego corregir sus posibles errores y explicar posteriormente con los alumnos ya con una idea de que es lo que les voy a explicar. Es algo similar al flippedclasroom y esta forma de trabajar requiere de un gran esfuerzo por parte del maestro, es mucho más fácil basarte solo en el libro y explicar solo lo del libro mandar deberes y corregir.
Dices que es muy fácil criticar en redes y es cierto el problema es que también es muy fácil criticar el trabajo de otros sin ni siquiera pensar bien las cosas para ver si está en lo cierto o no o si es válido o no.
En fin, así nos va y lo dice un profesor de biología, hijo de profesores ambos y nieto de profesores, lo llevo en la sangre y me encanta y hay días que lo único que quiero es llorar porque se ha vuelto imposible dar una enseñanza cuando no tienes autoridad y cuando pasa exactamente lo que comenta el autor de esta entrada y es una pena.
Ni una fotografía lo habría reflejado mejor.
Totalmente de acuerdo. Lo lamentable es que los que dirigen la educación están pendientes a tanto papeleo que no tiene idea de lo que ocurre en las escuelas a menos que le llegue alguna noticia y/o notificación.
Los docentes, en su mayoría, no se interesan por actualizar sus metodologías y estrategias ni por todos lo que la ciencia ha descubierto sobre cómo aprende el cerebro.
Considero que de manera compulsaría todo docente tiene que hacer horas de educación continua por mes. Igualmente los directivos de cada escuela y departamento de educación. Se van a sorprender de lo lejos que sus actividades están en conexión con sus alumnos para un buen aprendizaje.
De acuerdo contigo, es fácil criticar sin que te vean la cara. Otra vez lo de siempre, qué vagos los maestros, a fuerza de tanto repertirlo el personal acaba por creerlo. Generalizar de esa forma demuestra la poca reflexión a la que sometemos nuestras afirmaciones. Falta mucho sentido crítico y humildad, sobran los prejuicios, la intención de desacreditar es clara. Por favor, respetemos la labor docente, respaldemos la enseñanza pública y para todos. Ese es el camino, no echar piedras en un tejado ya muy dañado, débil, fácil de derribar. Lo que más me sorprende es que un comentario tan prejuicioso venga de una persona que ha hecho magisterio (o eso dice), tal vez la respuesta a mi sorpresa sea que no es lo mismo estudiar magisterio, que ser docente o maestro…
Por mi experiencia, te puedo responder a lo que comentas que los niños de ahora solo prestan atención a lo que sale de una pantalla, pero no saben escuchar a una persona que les está hablando. Hay teorías interesantes sobre cómo la exposición a pantallas de móvil, tablet… desde edades tempranas influye en los procesos cognitivos. Desgraciadamente, se recurre a los vídeos porque es la forma de que les llegue algo a los alumnos. Creo que todos los profes preferimos explicar las cosas a nuestra manera e interactuar con los alumnos, pero cada vez es más difícil.
Totalmente de acuerdo. Es como si me hubieran leído la mente. La espontaneidad, confianza, improvisación trabajada …se están perdiendo. Espero que al tomar conciencia se pueda frenar de alguna forma esta dirección que ha tomado la educacion ( burocracias, papeleos, etc que te sobrepasan y agotan )y contrarrestar.
Nuestra realidad, y vamos a peor
Totalmente de acuerdo acuerdo con todo lo expresado.
Que gran escrito, antes en lid pueblos las clases eran casi siempre al aire libre, se iba a visitar a artesanos, al campo y a la era y venían chicos del teatro y daban clases de música y danza en la era, y no hace mucho de esto, ya que cuando yo iba al pueblo de mi abuela me quedaba unos dias se septiembre e iba al colegio tan contenta hasta que vivía a Madrid, y tan pequeña y no sabía porque en Madrid no hacíamos eso tan diferente que yo hacía en el pueblo
Estoy de acuerdo con casi todo el artículo. Pero hay una frase que me chirría y es la del supuesto “miedo a salirse del libro de texto”. En la LOGSE ya se formularon una serie de criterios metodológicos que implicaban precisamente que cada grupo de alumnado es diferente al grupo de nivel paralelo, a los grupos del mismo nivel del resto de colegios de la ciudad y del Estado. Por lo tanto se excluía implícitamente la posibilidad de utilizar un mismo libro de texto de una editorial para todos los grupps de alumnado del colegio, de la ciudad o del Estado. Y sin embargo la mayoria del profesorado se queja de burocracia pero sigue haciendo caso omiso a los criterios metodológicos, y se limita a seguir el temario de una editorial que no tiene en cuenta las características sociales, económicas, materiales o de capacidad del grupo de alumnado al que va a dar clases. Y, por cierto, la inspección educativa nunca ha inspeccionado esta anomalía. En cualquier caso es verdad que hubo un tiempo entre el final de la dictadura militarista y la llegada del nuevo siglo en que éramos más libres. Y no sólo en la escuela.
Llevo 30 años como profesor y me siento totalmente reflejado, palabra a palabra, con este artìculo. No cambiaria ni una coma.
Gracias. Llevo 28 años en educación, durante los cuales he paseado por diferentes niveles educativos. Al leerte sentí un pellizco de tristeza. Real, todo lo que escribes es la realidad.
Gracias por poner lo escrito, al servicio de la educación.
Los docentes estamos muy solos, desvalorizados, y bastante abandonados por la sociedad y las diferentes administraciones.
Totalmente de acuerdo. Estoy preparando oposiciones de primaria y ya me voy dando cuenta de como va esto. Primeramente debería haber un currículo abierto, adecuado a cada contexto escolar y cada alumno, donde el maestro se sienta libre para implementar su propia enseñanza.En segundo lugar, no permitir que el maestro pierda la autoridad frente a los padres – los que no estén de acuerdo pueden llevar su hijo a la privada-. Tercero, se debería evaluar la práctica educativa en base a objetivos de formación holísticos, esto es, tomando como referencia una formación integral enfocada para valerse en la vida y no que primen intereses económicos o políticos. Cuarto,, las programaciones , el plan de centro y la burocracia, no deben dificultar la tarea educativa, sólo debieran ser una opción de consulta voluntaria para el maestro. Quinto, el currículo base deberán elaborarlo maestros de a pie, libres , con sobrada experiencia y designados por la comunidad educativa, no legisladores, políticos o pedagogos de turno. Sexto, las leyes educativas debieran tener una vigencia permanente, Evaluándolas por los propios docentes y manteniéndolas mientras sigan dando los resultados previstos. Séptimo y último, los profesores son los únicos que pueden cambiar esta situación, a quien realmente le importe.
Ciertamente, es triste, muy triste que no nos quede mas remedio que seguir “cuidando” Y no “enseñando” a los que deberian ser nuestro seguro, nuestro futuro. Menos mal que, aunque pocos, hay aún muchos alumnos que luchan diariamente por mejorar, por aprender, ellos son los que, al menos a mi, me llenan de vida y hacen que mantenga la ilusion por enseñarles todo lo que esté a mi alcance, de lo contrario me cuestionaria muy mucho mis 40 años en la enseñanza.
Animo a todos!
Veo reflejada mi experiencia de 37 cursos. Suscribo hasta la última coma. R.I.P.
No se puede estar más de acuerdo. Otro ejemplo: durante la última semana los alumnos de mi instituto no han salido al patio durante el recreo porque, claro, con la nieve…No fuera a ser que se les ocurriera pasárselo bomba tirándose bolas, haciendo muñecos, jugando al fin y al cabo…pero claro hubiéramos tenido un aluvión de padres diciendo que sus hijos se habían mojado o se habían resbalado o que hacía frío o que eso era maltrato o cualquier otra pamplina estúpida. Y los alumnos deseando salir, y el patio lleno lleno de nieve virgen durante una semana. Ahora, eso sí, si hay que pagar 700 euros por ir a esquiar a Andorra, sin problema. Porque si te rompes una pierna esquiando da igual porque es “súper cool”, pero si te das un culetazo en el colegio denuncio a la dirección por no velar por la seguridad de su alumnado.
Y como esto, mil historias más.
Y en Educación Infantil. Tenemos en el patio una montaña de nieve y no nos permiten sacar al alumnado a jugar. A cambio me han traído un montón de fotos jugando con la nieve. Y hemos hecho un mural con todas en el aula.
Estoy completamente de a acuerdo en las palabras q expresa el autor.
A veces es tal la impotencia q. se siente q te planteas la profesión y el sin sentido de tantas cosas.
Somos un colectivo q deberíamos estar más unidos, mostrar y tener más voz como les ocurre a los sanitarios y defender la educación impartimos.
Si
Hasta hace dos años, salíamos con los peques, infantil a esas “excursiones” de aprendizaje. “Dónde venden la tinta para las plumas como la.de Cervantes?”- en el Mercadona.- Venga ,mochila agua y al Mercadona, con una autorización para el año entero que nos permitía salir al entorno cercano.Hasta q una familia decidió q quería saber dónde estaba su hij@ a todas horas. Directamente a inspección y directamente, de inspección, “hay q planificar la salida con 48h de antelación e informar a.las.familias” Se acabó atender al interés inmediato, no solo de los peques. Se tuvo que aplicar a todo el centro.
Ánimo tampoco es tan difícil hacer una autorización para cada salida
Gran escrito.
Mi madre fue maestra y yo, seguí sus pasos.
He observado el cambio sustancial que està experimentando la docencia y…lo que le queda.
Entramos en el siguiente tramo del túnel ( donde,sin querer ser negativa,más oscuro).Hablo del entramado de la conectividad o maestros online.
Ahora nos toca además, preparar el Aula Virtual,contestar mails,subir documentos al Cloud, conocer el funcionamiento de las apps para poner las faltas de asistencia,notas…(sí,el trabajo de los administrativos que estàn siendo eliminados de los Centros).
Todo ello, sin olvidar la Ley de Protección de Datos porque a la mínima,denuncia al canto.
Ojalá vuelvan aquellos días donde la tranquilidad,la confianza, el respeto y la prioridad por la calidez humana, supere este embotamiento social.
Yo no soy profesora, ni maestra ni enseñante, fui alumna de magníficos maestros, aún en los tiempos en que no se podía contar todo…, fueron todos esos años, cursos enseñanzas y experiencias tan intensos que desde que tengo uso de razón, recuerdo a casi todos mis maestros de 1º EGB hasta COU y posterior FP, de casi todos sus nombres, y cada uno me enseño algo que aún después de 40 años sigue presente y me vale para mi día a día…, soy madre y aún mi hijo prefería un profesor que le exigiese conocimientos a un loro repetidor de libros sin sustancia, creo que algun loro le dio clase, aunque la mayoría se saltaban ,en lo que creían interesante, el protocolo, orgullosa de que el tambien aún recuerde a su primera maestra de infantil !!!! ( ya hace tambien unos cuantos años), no son los profesores, no se puede enseñar si no está en el libro de texto, pero lamentablemente también han reducido al ridiculo estos para que los niños no tengan carga mental…. creo , que en general la educación de hoy en día no es ni “ educación” ni “ enseñanza” y desde luego aquí no son los maestros los que tienen la culpa. De acuerdo con que los padres se han vuelto tontos, soy madre y quizá me incluyo, pero siempre defenderé la educación y la enseñanza de cualquiera que disfrute enseñando, aunque sea una piedra , el barro,( antes íbamos al campo a por arcilla, llegábamos a clase, y hacíamos el cenicero para papá) ahora exigen comprar esa arcilla aunque no haya dinero para comer y no se hace nada porque no todos llevan el material… en fin yo estaré eternamente agradecida a mis maestros, profesores de Antes, cada día había algo nuevo que contar. Un aplauso a todos los que ahora no saben como hacerlo por culpa de burócratas, alumnos consentidos por sus padres y estos padres que no solo no educan Esque no dejan educar a sus hijos.
ANIMO A TODOS
Totalmente de acuerdo. Que triste con lo bonito que es enseñar
Cuanta razón. Pues si… Me confesó una amiga que trabaja en el ámbito político de la Educación que ya no es ni aprendizaje ni cuidado lo que se espera del profesorado hacia los y las estudiantes, sinó tan solo mera ATENCIÓN; que el alumnado esté “atendido”.
Qué pena, rabia e impotencia.
Me gusta la controversia y caminaré hacia ella tratando de ser una nota discordante.
Soy maestro. Ciertamente hay un aumento de la burocracia y ello, desde luego, no me agrada; pero esta circunstancia no me ha impedido realizar cuantas actividades he deseado llevar a cabo con mis alumnos:
– Los he sacado de la escuela y hemos dado paseos, andando, por el entorno natural.
– Hemos realizado actividades didácticas en el entorno urbano y en bosques cercanos.
– Hemos hecho experimentos en el patio de recreo y en plena calle…
– Hemos trabajado un huerto escolar
– Hemos realizado cortometrajes, para lo cual he contado con la absoluta colaboración de las familias. Dándose la circunstancia de que hemos grabado incluso durante los fines de semana en localizaciones que estaban fuera de la localidad… y los padres, amablemente, han prestado sus coches para trasladar a los alumnos, organizando, además, los almuerzos, la comida y la merienda, participando activamente en la producción audiovisual.
Pienso que las familias, en general, reconocen los esfuerzos y la dedicación de los maestros… y están encantadas de participar si se les invita: ésta es mi experiencia.
No podemos vivir en la queja permanente, no podemos excusarnos en las circunstancias más o menos favorables o más o menos adversas. Creo que podemos hacer cuanto nos planteemos, no entiendo que existan tantas restricciones, ni entes malvados que cohíban al docente, ni que la Administración nos cercene nuestras inquietudes, ni que las familias sean hostiles.
Menos lamentos y más entusiasmo : )
Suerte que no hubo ningún accidente en esos traslados. Hablarías de otra manera si te hubiesen sacado 20.000€ del ala por promover actividades sin autorización escrita.
Yo fui a visitar una bodega una tarde yendo con coches de padres y ¡zas!, golpe y contusiones. Al promotor le sacamos la pasta, al director dolor de cabeza y todos contentos (menos yo). De esto habla el escrito, de que nos denuncian por hacer actividades sin autorización.
Conmigo que no cuenten más.
Estoy de acuerdo contigo, Ergo sum. Tanto el artículo como el resto de comentarios son el ejemplo de la gran mayoría de los males en nuestro sector: mucho victimismo y corporativismo. Parece que la culpa de todo la tienen los demás: la administración, las familias no digamos, hasta las criaturas. Tenemos la piel muy fina para algunas cosas y mucho aguante para otras. Claro que la administración muchas veces nos pone más palos en las ruedas que otra cosa, que el papeleo no ayuda. Pero tenemos la gran ventaja de la libertad en la práctica docente, de elegir cómo enseñar, programar pensando en todos y cada uno de nuestros alumnos. Yo soy maestra y amo mi profesión, pero no me creo el eslabón más importante del proceso; tengo claro que las criaturas son el centro en todos los sentidos, ellos y sus familias también tienen que ser juez y parte. También soy madre y puedo comprobar que mi hijo ama más aquellas asignaturas en las que el docente sabe transmitir, les hace sentirse importantes y parte de su progreso, donde las clases son participativas, amenas y divertidas, independientemente de la materia. No es una crítica impenitente a todo el gremio, he tenido profesores y compañeros maravillosos, y todos podemos pasar por etapas a lo largo de nuestra carrera profesional en las que podemos sentirnos más frustados y no encontrar solución. Fácil no es, eso está claro. Pero como dice Ergo sum, las familias están encantadas de colaborar si son invitadas y tiendes la mano. Yo intento ser la maestra que me hubiera gustado tener en una infancia en la que mis profesores no eran precisamente un dechado de virtudes: nos pegaban en la punta de los dedos por no sabernos las tablas de multiplicar, la letra con sangre entraba y el maestro siempre tenía la razón. Eran los setenta. Luego el Instituto, ya en los ochenta, sí fue un despertar a un mundo con profesores motivados, jóvenes que habían salido de la dictadura con muchas ganas de enseñarnos a pensar y a ser libres, que veían en esos adolescentes que éramos a personas. De esa etapa sí guardo un maravilloso recuerdo, porque me enseñaron a pensar por mí misma; al comparar las diversas formas de educación que había recibido, me hice crítica y autocrítica. Teniendo en cuenta que la sociedad a la que parece que avanzamos no nos los va a poner fácil (pero a ningún maestro en ninguna época se lo pusieron), creo que no nos queda otra que armarnos de entusiasmo y de ganas de hacerlo muy bien con los mimbres que tenemos, por nuestras criaturas, que son presente y son futuro, y que se merecen todo lo bueno.
Y me encanta saber que hay gente positivas y que hacen de la escuela un lugar hermoso donde crecer y por otro lado me sorprende lo que ha escrito este señor que al parecer tiene tres libros sobre pedagogía y ahora arroja una visión tan pesimista de la vida en las escuelas y los institutos
Síntesis y reflejo muy bien explicada, nuestros padres querían que aprendiesemos y sabían que esto conllevaba un esfuerzo. Hoy hay padres que estudian con sus hijos hasta el último curso de bachillerato, veremos si pueden ir a llamarle la atención al jefe cuando no les guste el trabajo que le emcomienden a sus hijos. Y no vienen tiempos fáciles para niños con poca tolerancia a la frustración.
Verdades como puños. Se puede decir más alto pero no más claro. DEP.
Y sumándome a las palabras de la compañera, “qué triste, con lo bonito que es (¿era?) enseñar.”
A todo lo anterior agregar las consecuencias generadas por la pandemia.
Triste realidad de los centros educativos. Y la burocracia continúa creciendo y aplastando al proceso de aprendizaje.
ENSEÑAR es algo maravilloso. Tanto o más que APRENDER conocimientos. El problema viene cuando los burócratas establecen parámetros, ellos, precisamente ellos, que no han pisado por lo general una aula.
Aprender cuesta esfuerzo, ESTIDIAR se llama. Y el esfuerzo por lo general no suele ser divertido. Ahí es donde el/la maestro/a o el/la profesor/a tienen que desplegar sus estrategias… pero el alumnado tiene que venir motivado de casa, INTERÉS le llaman.
Los padres tienen que colaborar y no olvidar que dentro del aula quien manda —AUTORIDAD se llama— es el/la docente.
Y punto.
Gilipolleces las justas.
Quería decir ESTUDIAR. Siento el error mecanográfico..
Toda la razón
Los desertores de la roda dando lecciones
Ya está el lastimero lastimoso quejándose de lo injusto que es el sistema con él y haciéndose la víctima.
Pregunta: ¿cuántos profesores funcionarios han sido despedidos en los últimos 20 años por cualquiera de las anécdotas que cita?
¿Cuál es el sueldo medio de un profesor funcionario y cuántas horas y vacaciones tiene?
“..los docentes españoles consiguen que sus alumnos estén en la media de la OCDE en los informes PISA. Imaginaos lo que harían si se les dejase en paz…”
Pues conseguirían que sus alumnos estuviesen por debajo de la media OCDE a pesar de sus sueldos por encima. Es lo que ocurría cuando no había ningún control.
Por otro lado, más profesores de ciencias y menos de letras es lo que se necesita. El catalán/gallego/pueblerino, la pseudo-historia y las mil y un tonterías en las que tanto dinero se tira a la basura no sirven de nada al país a la hora de competir contra la IA y robótica de las superpotencias asiáticas (a la que probto habrá que añadir 2.000 millones de indúes). Esa es la realidad. ¡A currar y a callar que el primero que debe dar ejemplo es el maestro!
Gracias por dar la razón al autor del texto de una forma tan clara (aunque pueda haber sido de manera no intencionada).
Hindúes
“Vale más estar callado y parecer tonto que hablar y despejar todas las dudas”.
El sueldo, las vacaciones y… ¡cero despidos!
He aquí la síntesis que es capaz de hacer Bilbo.
Pero sobre todo, los despidos.
Vaya, vaya…
Tienes toda la razón. Es una lástima, pero es así.
Asì es. Se trata de dejar pasar el día esquivando mil incidentes y contingencias. Entre la espada y la pared de la sociedad hipersensible e hiperprotectora y la insensible y marmorea Administración gubernamental.
Hola a todos. Lamento decir que mi experiencia con el sistema educativo ha sido nefasta. En primaria (vengo de la EGB), recibí tortazos y humillaciones por parte de los profesores en un colegio religioso. Cierto que fui un mal estudiante, pero tampoco nadie se interesó por mí ni por mis puntos fuertes, que los tenía, como el interés por la lectura. Al final de esa etapa educativa, supe encontrar el interés y la motivación por el estudio, pero solo por mí mismo, sin que nadie me inyectara esas vitaminas intelectuales. Desde aquel entonces, la docencia supo caracterizarse, salvo notables excepciones, por la mediocridad y la inercia. El ejercicio de la docencia se basaba en la repetición acrítica del contenido expuesto en apuntes amarillentos fuertemente custodiados por los profesores. El discente se limitaba a repetir ese saber arcano en los apuntes y se acabó, y así hasta la Universidad, caracterizada por su inmovilismo. Cursé una licenciatura en Filología y difícilmente llegabas a ver contenidos más allá de lo que se sabía en los años 60 (mi licenciatura acabó en los 90). Durante todo el periplo académico vi, en su mayoría, mediocridad, inercia y conformismo, tanto por parte de la administración, que no respetaba a los docentes, como por parte de estos, que no respetaban a sus asignaturas.
Ahora no resulta nada fácil ejercer la docencia. A las habituales trabas administrativas se han añadido las conductas irrespetuosas e incluso violentas de estudiantes y padres hacia los profesores. No conozco bien la situación y, aunque me parece que no es lo común, resulta preocupante. La administración no respeta a los docentes, y padres y estudiantes parecen seguir esa estela. Habría que dignificar la profesión otorgándole a la educación la importancia que merece. Para ello haría falta un pacto estable -refrendado por la comunidad educativa- que ningún partido político estaría dispuesto a asumir por el coste electoral que supondría traicionar la ideología de sus votantes. Interesa más eso que el bienestar de niños y jóvenes. Llevamos tiempo intentando asumirlo: la educación en este país interesa a muy pocas personas.
Cada uno tiene su opinión, pero pocos cuentan con la realidad del aula, la que viven, en soledad y sin demasiados apoyos, los docentes. Es fascinante ver cómo se les tilda de vagos y de “bien pagaos” cuando no te has enfrentado al día a día en el aula. Enseñar es duro, agotador, y más todavía en las circunstancias actuales. Si alguien está convencido de que los profesores viven tan bien (con sus largas vacaciones y sus golosos sueldos), pueden probar a ejercer la profesión, a ver qué les parece. A pesar de mi nefasta experiencia, estoy convencido de la gran labor que realizan maestros y profesores, porque me consta que la formación de los docentes y la manera de enseñar ha cambiado para mejor en muchos aspectos, aunque habría que someter a examen la eficacia de algunas propuestas educativas.
La triste y dura realidad sin ninguna duda. Los que salimos ya la hemos podido catar a tiempo. Ahora bien, pienso en los que continúan que les queda todavía una vida por delante. Así no se puede seguir. Hay que dejar el apocalipsis y sembrar un rayo de esperanza, hay que hacerse escuchar. Es penoso que una profesión tan bonita como la nuestra se la estén cargando. Hay que rebelarse ya compañeros. ¡Ánimo!
Enseñar es fácil si sabes cómo hacerlo. Las familias se implican cuando dejas de lidiar con ellas y les ofreces toda la información y las haces partidel proyecto.
Las administraciones quieren votantes contentos y trabajadores silenciosos.
Entiendo el desahogo aunque no me parezca el sitio apropiado. Es poco innovador y no tiene nada de desarrollo.
Com aquesta experiència que expliques, en podria explicar unes quantes més, després de tants canvis legals i l’augment de la funcionalització de l’educació.
Sí. Tens raó. Hem perdut l’encant de l’aprenentage a partir de la improvisació que dóna alguna circumstància del moment.
És cert que hi ha una desconfiança dels pares respecte dels mestres, és cert que tenim por pels les incidències que es poden donar.
Però en el meu record sempre hi haurà les excursions tot sol d’adult amb 50 alumnes, l’agraïment d’uns pares en l’hospital, mentre operaven al seu fill d’un braç trencat, per haver-me emportat al seu fill de colònies quatre dies, les anades a Montserrat caminant tota la nit i únicament disposant d’un parell de cotxes de recolzament,…. Potser per això em va ser molt més gratificant arribar a la jubilació i no tenir cap ganes de tornar a cap institut.
Sí, sol passar últimament a tots aquells que esteu propers a la jubilació o que ja n’esteu de jubilats. Mira, un dels “avantatges” des del punt de vista moral.
Han tardado en darte el premio. Enhorabuena. Yo no lo habría expresado mejor
Buenas, egunon. Trabajo haciendo procesos de esos burocráticos, concretamente en la parte informática.
Quisiera pediros un favor, a todos los profesores y a vuestros sindicatos, por favor, por favor, por favor, pedir que os simplifiquen esos procesos. Fundar un movimiento, decírselo a vuestros sindicatos que lo exijan. Yo estaría encantado en simplificaros la vida, pero si esta funcionando y con los medios que nos llegan si vosotros no lo pedís, aunque nosotros tratamos de hacerlos lo más simples posibles, los procesos van creciendo y siempre se dan por buenos porque hay que cubrir la siguiente normativa y se van complicando cada vez más, simplificar suele estar detrás de muchas otras tareas.
He visto a los sindicatos apretando por las condiciones de los profesores, y se que tienen su fuerza relativa en todo este tinglado, por eso si empujaseis en esa dirección creo que ganaríais en calidad en el trabajo y mejoraríamos todos.
Yo personalmente estaría encantado en ver un mensaje parecido al movimiento de “Lenguaje claro” (https://es.wikipedia.org/wiki/Lenguaje_claro y http://www.lecturafacil.net/es/) pero en el tema de la burocracia educativa.
Un saludo y mucho animo.
Llevo 30 años dedicados a la Enseñanza,y estoy totalmente de acuerdo con el escrito;para colmo hay que añadirle las consecuencias q estamos sufriendo debidas a la Covid.
No podría escribirlo mejor, bravo , es mi vida diaria, y tras 30 años como profesora , con muchas más experiencias…
Hace tiempo que me quejo de ser una administrativa.
Afortunadamente sigo feliz de ver a mis niños todos los dias.
Eso es. No se puede explicar mejor, Maestro
Toda la verdad!. y a esto se suma la modalidad virtual. Donde el estudiante, si esque quiere se conecta. Si no, igual no pasa nada. Pues si so se siente bien para conectarse. Es vulnerable por su estado emocional y esta justificado.
Perdón. Hindúes.
Los inspectores, las directivas o el sistema no tiene la culpa del deterioro del sistema educativo actual. Nosotros somos el sistema y nosotros somos los que no exigimos nada. Un inspector o un jefe de estudios no puede obligarte a que apruebes a todo quisqui, porque caería en un grave delito: PREVARICACIÓN. Una jefa de estudios o una inspectora te puede presionar, sí, o incluso hacerte rellenar no sé cuántos informes…La culpa está en quien “no quiere complicarse” o es simplemente un gandul. Detrás de todo esto están los pedagogistas, esas personas que quiere cambiar la sociedad desde un centro de enseñanza y conocimiento: se eliminan los contenidos, la cultura y los conocimientos; sustituyéndose por “género fluido”, budismo, comunismo y consumismo…¡Qué contradicción, porque el paso último de una situación de aprendizaje es el PRODUCTO! En los agrupamientos se iguala por debajo (marxismo cultural), pero resulta que se fomenta también el capitalismo puro y duro (producto, inteligencia financiera, etc.). ¡En fin, menos pedagogía y más academicismo!
Totalmente de acuerdo y con mucha pena!! Gracias por tu escrito, es importante mostrar esta realidad.
La burocracia lo invade todo, y la burocracia por mera burocracia es un sinsentido, la reflexión de las actividades necesaria.
Quiero pensar que la queja continua que se refleja en el artículo es fruto de una escuela màs participativa, aunque parece màs bien consecuencia de muchos factores lo que es sociedad en conjunto: orgullosa, individualista, desligada de la naturaleza, consumista, estereotipada, de marketing…
El tema es que a mí me gusta ver el lado bueno de las cosas, desde un punto de vista crítico-constructivo claro, pero me niego a eso de cualquier tiempo fue mejor, todos los tiempos tienen luces y sombras, por ello estoy abierta a aprender cosas de mis hijos, seguros que ellos me aportaràn nuevas perspectivas del mundo. Por todo esto me gustaría lanzar una pregunta: ¿qué creéis que ha mejorado en la docencia?
Pero nosotros también somos un poquito culpables de tó esto porque nos callamos, cargamos nuestras mochilas como los burros sus alforjas hasta arribita y pa,lante
A tomar viento tó lo innecesario y a hacer nuestro trabajo bien y bonito. Cuando vengan inspección, etc, etc, sí sí sí sí y cuando se vaya si te ví no me acuerdo
Y que tienes más razón que un santo… agárrense los machos, que vienen curvas.
Lo peor de todo es que esa dejadez y sentir por parte de las altas esferas, va contagiando cada vez más, a un sector en auge dentro del magisterio. Una pena, teniendo la profesión más bonita del mundo
Totalmente de acuerdo con todo el texto.
Me ha gustado lo de los miles padres con hijos con “altas capacidades”.
El mejor retrato de la situación que he leído. ¡Excelente!
Yo entiendo la frustración, pero no participo de esa visión tan catastrofista. Es cierto que hay mucho trabajo burocrático y pesado, más probablemente que hace 20 años, pero en absoluto siento unos ojos vigilantes de la administración ni ningún padre jamás me ha faltado al respeto, me ha presionado por una nota ni me he sentido menospreciado por mi profesión en ningún sitio. Al contrario, allí donde voy me muestran una inmerecida admiración por el trabajo que hago: soportar adolescentes, dicen, cosa que yo no vivo así. Si me apetece sacar a mis alumnos al parque de enfrente a buscar piedras o a leer poemas al sol, lo hago. Y de hecho lo hago, planificada o improvisadamente. Puede que me esté saltando alguna ordenanza, pero también se la saltaban hace 20 años, imagino. Mi autoridad no me la da ni me la quita la ley, la consejeria o los padres. Me la da mi propio trabajo, mi actitud, mis tablas en el aula. Yo quisiera, claro, más consenso en las leyes, más respeto en el aula, más recursos de la administración, pero cuando tomo distancia y miro el trabajo que me ha tocado en suerte (suerte equivale al fruto de mi esfuerzo) y comparo con lo que hay por ahí, concluyo que soy un afortunado.
No es una visión catastrofista, habla de los problemas que sufrimos en el día a día. Todo lo que comentas es muy bonito, pero es mucho menos realista,
¡Genial!
¿Ahora resulta que hace 20 años sí estaba bien el ambiente educativo? Artículos como éste se publicaban hace ya 20 años, y 30 también.
Llevo 34 años en esta profesión, en Secundaria y Bachillerato donde la burocracia es ya exponencial!! La mayor satisfacción es haberme dedicado a lo que era mi vocación más profunda, ser maestra!! Ahora solo pienso en jubilarme!! Que tristeza!!
Este artículo refleja en que se ha convertido la educación con una crudeza y veracidad que hace daño. Pero estoy segura que eso no evitará que sigamos padeciendo leyes y leyes de educación que nuestros magníficos políticos fabrican sin pensar, ni por un momento, en lo que realmente significa enseñar!!
Claro que sí, los padres no saben educar a sus hijos. Son los maestros los que saben. Los padres que paguen el salario de los maestros vía impuestos y a callar. Con Franco esto no pasaba.
Pero aún así no hacemos nada por cambiar la situación, parece imposible que vaya a mejor para bien.
Muy buen artículo!!
Gracias
Totalmente de acuerdo!!
Me siento aliviada, totalmente identificada con las opiniones!
Qué bien ya no me siento sola!! Pues lo peor del tema es que no tenemos respaldo de nadie, ni de compañeros…pues nadie quiere problemas!!
Gracias
Después de 34 años de docencia con 11 de directora, me siento identificada plenamente. Este año con la problemática que hay,hemos sido los que estamos sacando los colegios a flote y la administración se dedica a incrementar la burocracia, poner piedras en el camino y quitar la autoridad de los maestros ante los padres.
Estoy muy de acuerdo. Me da mucha pena que sea así. Yo creí que eso solo lo vivimos en Ecuador. No hay reformas ni políticas que permitan la educación libre y sencilla. Ya no da alegría ser maestro. Años atrás era muy linda esta profesión. Pero un docente nunca se da por vencido busquemos adaptarnos de la mejor manera por el bien de la nueva humanidad adelante ánimo siempre demos lo mejor de nosotros.
Hace algunos días pensaba en todas estas vicisitudes que antaño hubieran supuesto un placer tanto para discentes como para docentes.
De alguna manera necesité sustituir la bonita palabra “escuela” por un nuevo término: PAIDOPARKING.
Tiene bastante éxito últimamente…aunque a medio y largo plazo vaya en detrimento de toda sociedad cabal.
¡Ánimo y más paciencia!
No le sobra ni una coma… Mucho ánimo y fuerza para todos los docentes.
Totalmente de acuerdo.He ejercido durante 42 años y desde el momento que a la enseñanza se le ha dado más importancia la burocracia que lo que se enseña ha perdido todo su encanto ,la enseñanza no es un trabajo cualquiera,es una vocación,igual que médico y trabajos similares.Antes disfrutábamos en las clases,hoy hay maestros/as y alumnos/as amargados y así se va por mal camino,sin olvidar que es todo reflejo de la Sociedad que estamos viviendo.Pena y Esperanza(que es lo último que se pierde).
Totalmente de acuerdo. Yo empecé en una unitaria con cinco niños de todos los ciclos. Recuerdo que me los llevaba de excursión al río por las tardes y de paso merendaban fuera del horario de clase. Cuando volvíamos, se iban a casa. Los mayores llevaban a los pequeños. Otras veces nos íbamos andando al pueblo de al lado a visitar a los niños o venían ellos. Todo esto se avisaba ese mismo día por la mañana y no pasaba nada. Eran otros tiempos, sin la burocracia de hoy en día.Pero tengo que decir que, a pesar de estar a más de 150 km de mi casa y en un pueblo de 200 habitantes, disfrutaba el doble que ahora que mi colegio está a 5 minutos de mi casa. Ahora estamos ahogados de tanta reunión que no lleva a nada y de tantos proyectos, documentos y demás que no queda tiempo ni de disfrutar de las clases. Yo empecé por vocación y no me veía haciendo otra cosa que enseñar. Pero a veces se me quitan las ganas.
Me ha encantado el artículo.
BRAVO
Totalmente de acuerdo contigo.
BIEN DICHO!
Totalmente de acuerdo, vivimos en una sociedad que sin información, sin formación y/o por pura diversión, opinamos de todo, sabemos de todo y nos quejamos de todo. Nuestros gobernantes cambian continuamente las leyes educativas, como si fuera un juego, y recortan el presupuesto en educación sin que el pueblo se una para evitarlo. En conclusión, todo esto esta derivando en una sociedad pobre en valores (respeto, educación, constancia, esfuerzo, etc… ), y que se queja de cosas absurdas y no por lo que realmente importa (por una sanidad y educación de calidad, y por sus derechos y deberes)
Gracias. No puedo estar más de acuerdo.
Saludos.
Brillante!
Ojalá algún día la sociedad abra los ojos y vea que en la educación (o falta de ella) reside todo. Lo que podría ser y lo que está pasando.
Gracias por dar luz a nuestra situación.
Un abrazo a mis compañeros y compañeras que cada día, a pesar de esta realidad, lo dan todo.
La situación es insostenible. Solo hace falta comprobar la cantidad de funcionarios docentes que han dejado su plaza en los últimos años.
“La lengua de las mariposas” – “A língua das bolboretas” https://youtu.be/ob7opMV-xks
Soy docente y lo que afirma es solo la cima del iceberg de lo que es la realidad educativa de este pais: Los inspectores no quieren problemas, los directores tampoco,por tanto, todo recae sobre el docente que ante un alumno que no quiero esforzarse, ni trabajar, frecuentemente diruptivo y conflictivos sus padres, (al acusarnos de usar metodologías poco motivantes, estresar a su hijo, cuestionando toda tu larga formación en cuatro palabras: “mi hijo se aburre”), decide que las clases deben ser como la publicidad o un show, Porque si no lo hace así, el docente, sale perdiendo y lo común es que te abran expediente o directamente te supriman tu plaza, como he vivido. Por tanto una vez aprendida la lección de vida, doy el aprobado automático y te quitas problemas. Nos han robado hasta la dignidad y ética profesional.
Excelente artículo. Tiene toda la razón.
Muy grande y es una pena que la educación se haya convertido en burocracia porque le resta todo el propósito que es formar y enseñar a pensar por sí mismos a los alumnos. Gracias a Dios, yo pude disfrutar de un sistema de educación decente.
Tiene usted toda la razón. Trabajamos en un clima hostil donde todo se nos cuestiona, empezando por el propio alumnado. Para evitar conflictos aprobamos con un cuatro, y hasta con menos nota. Cualquier decisión que adoptemos, si nos les agrada, la enfrentan presentando sus quejas a la dirección. La dirección, que no quiere enfrentarse al alumnado, nos sugiere que busquemos una solución para no llegar a mayores, o sea, que nos traguemos el sapo. El alumnado, satisfecho porque se ha salido con la suya, es el que, a partir de ese momento, determina la marcha y progresión de las clases: reducción de la complejidad de las tareas, del valor de las pruebas escritas, entrega de cuestionarios (incluidas las respuestas) con las preguntas que van a entrar en el examen, etc. Lo que importa es que no vuelvan a quejarse. Es una espiral. La espiral de la mediocridad.
Totalmente retratada la realidad de los docentes y la educación. Que triste futuro nos viene con una generación que crece sin maestros, bien sea porque no los ve o porque ya no logró la suerte de tenerlos.
La enseñanza solo se puede arreglar si se establece una prueba de estado al final de la enseñanza obligatoria (4° de ESO), cuya superación sea necesaria para aprobar. Esto permitiría dejar libertad para que cada centro se organice como desee. Debería haber dos o tres tipos de esas pruebas, de diferente dificultad, que permitan acceso a diferentes estudios posteriores, para que todos los alumnos puedan superarla e iniciar los estudios que mejor se adecuen a sus capacidades e intereses.
Ningún sistema es perfecto, pero gracias a todos esos supuestos obstáculos que se nombra en el artículo, afortunadamente, todo hoy en día es mucho más garantista. Recordemos los castigos físicos y las burlas infligidas por el profesorado, los abusos de poder y la desprotección de la infancia del pasado, actitudes que todavía no han desaparecido por completo, desgraciadamente, pero que se ibservan con mucha menos frecuencia e intensidad. Dudo que ningún alumno (ni, ninguna alumna, por cierto), ni ningún profesor (ni ninguna profesora, tampoco, por cierto) elegiría asistir a un colegio de hace décadas en vez de a uno actual. En resumen, discrepo del contenido de este artículo de opinión, y también discrepo de la forma, debido a la ausencia de lenguaje inclusivo, santo y seña del pasado patriarcal, que parece que tanto añora.
Yo si prefiero la escuela del pasado. De vez en cuando te encontrabas a un profesor cafre, pero eso sigue pasando. Y los que de verdad amaban su trabajo, podían ejercerlo sin verse aplastados por montañas de papeleos.
Y lo del lenguaje inclusivo, sinceramente, no se a qué viene. El presente sigue siendo patriarcal y decir el cada frase “los alumnos y las alumnas y los profesores y las profesoras” solo las alarga inútilmente. Centrarse en las cuestiones gramaticales no va a cambiar la realidad. De hecho, quienes desean que no cambie se parten de la risa de que perdamos tanto tiempo dirimiendo quienes son malas y buenas feministas.
¿Y por qué los profesores no os plantáis?
Las mejoras, los derechos, se consiguen peleando por ellos. Si no, solo reculamos.
Sería la mejor enseñanza que podríais dar a las nuevas generaciones (esas a las que siempre se tacha de pasivas).
El resto de trabajadores nos manifestamos y vamos a la huelga cuando es necesario, aún a riesgo de perder nuestros empleos. No se entiende que un colectivo compuesto en buena parte por funcionarios (mucho más protegidos) se limite a quejarse por internet.
Muy poco de acuerdo con lo que se comenta. Puede que en algunos centros haya tenido usted esas experiencias, pero no veo bien generalizar una clase entera por una o dos familias o alumnos.
He estado en más de 20 centros y he hecho lo que he considerado en cada uno de ellos. No uso libros hace años e intento adaptar la programación cada día a la realidad. Siempre lo he intentado justificar y argumentar de la mejor manera y en el 80% de los casos, he encontrado buena aceptación por parte de familias y alumnado. Y por ese 20% restante que no me ha entendido o me ha puesto problemas, no me voy a desmotivar ni a decir que todos son iguales.
Creo que hace falta maestros/as más implicados y menos acomodados, más honestos y con más ganas de trabajar, aunque la mayoría sí hace su trabajo con ganas.
Cuando todo el profesorado sea así, empecemos a exigir.
Reinaldo Parra, comparto tu opinión y punto de vista.
Que gran mensaje para difundir en los famosos Whatsapp de padres.
Soy profesora de adultos jóvenes , y a pesar de los padres y administración , el alumnado en general responde bien.
Algo haremos bien
Es una pena , pero todo cierto . Ya jubilada pero ejercí 42 años.En los últimos años de docencia sufrí el comportamiento de algunos padres , disculpando a sus hijos y quitando autoridad al docente. Tuve suerte que fueron los menos, pero hoy día , sufro por los pobres docentes . , están deseando dejar la docencia.!una pena !
Hoy he soñado que estaba en el cole y como enseñar la materia , a mi manera , sin seguir libro . Es verdad que tb en los últimos años te tenias que reunir con compañeros de ciclo para concretar lo que teníamos que explicar en clase , todos iguales como robots y sin salirse del libro , por lo que dirían los padres de los otros niños del ciclo que no eran los míos . Yo no estaba de acuerdo que no se pudiera explicar usando todos las mismas líneas , sin salirte un ápice del tema . Nunca lo hice , y la verdad que mis alumnos y padres estuvieron contentos con mi manera de enseñar. Quizás me he extendido , pero todo lo dicho por este señor , muy real hoy día , por desgracia.
Eso y mucho más. Lo he vivido y doy de de ello. Es absolutamente penoso: burocracia, fiscalización de la labor del profesor, dictadura de lo políticamente correcto, intoxicación ideológica por parte de lis nacionalismos periféricos, etc. etc…
No se puede definir mejor la situación actual. La realidad punto por punto. Para mí, lo más grave de todo es la connivencia de la administración con todo este galimatías. Las inspecciones se ponen sistemáticamente de acuerdo para evitar las quejas de padres que no intuyen la gravedad que tienen sus irresponsables actos para defender las actitudes lamentables de sus hijos. En medio de todo esto, los docentes intentando sobrevivir a su día a día como meros administrativos rellenando informes, escribiendo actas, pasando lista, anotando ausencias y retrasos (que se justifican con una simple notita de papá o de mamá, incluso si es por un examen, el COVID ya ha servido de excusa para abolir el justificante médico), evaluando e intentando trabajar de forma competencial…(que coño querrá decir eso? Nadie lo sabe)!!
Estoy de acuerdo.
Una madre enormemente satisfecha de leer profesionalidad y coherencia a raudales! Gracias!
Hola, cómo puedo participar y de qué se puede hablar en un artículo.
Saludos, Fatiha.
Maestro
No es para que te sirva de consuelo pero a los medicos de familia nos pasa lo mismo
Hemos perdido autoridad ante los pacientes q ahora son clientes. La administracion nos anega en un sinfin de papeles.
Entre los compañeros impera”tonto el ultimo”
Desanimo que no incertidumbre, que tambien la hay.
Desmotivacion por hacer las cosas bien, ahora es “haz lo que puedas”
Con ganas de jubilarme y que “les den”
Siento una verdadera pena ,y más grave aún es dejar que unos pocos incompetentes se carguen algo tan importante ,a qué punto hemos llegado ,permitiendo que esto suceda .El resto todos los que lo vemos no somos capaces de decir basta ya y hasta aquí ?…..Quizás estamos muchos más de los que pensamos eso ,en el.mismo saco
Yo creo que no debemos caer en el tópico de cualquier tiempo pasado fue mejor. Es verdad que nuestro trabajo se ve dificultado por muchas de las cosas que dices, pero no es verdad que los alumnos no estén aprendiendo, ni que los profesores no disfrutemos con nuestro trabajo ni nos sintamos realizados con él. Yo disfruto enormemente dando clase y mis alumnos salen del instituto y me mandan fotos por Instagram de los lugares que vistan diciéndome que se acuerdan de lo que estudiaron en clase. No lo digo por contradecirle, sino por poner una nota de optimismo. Esta profesión se disfruta pese a todo 😉
Enhorabuena por el artículo. Lo mejor que he leído en mucho tiempo. Refleja a la perfección la realidad que estamos viviendo en los centros
Totalmente de acuerdo, hartos de una maquinaria burocrática, que solo pretende producir, entretener, con excesiva tecnología, control, sin pensamiento crítico, reflexivo, borreguismo absoluto, para poder manipular socialmente a sus individuos.. Se pierde la creatividad, la libertad de cátedra, la vocación… Y cada vez más docentes llegan a esta profesión errando el papel de educador que siempre existió…con aquellos maestros que enseñaron con el alma y el buen hacer, desde un conocimiento amplio, una docencia libre de tantas ataduras…
Daría lo que fueta por volver a esa escuela de antaño.
Totalmente de acuerdo, es la pura realidad en estado puro y duro. Chapó por el artículo !!
Primero felicitar al autor por muchísimas cosas. Segundo: proponer que con cada queja, se aporte una solución, y si no se tiene un ánimo para que otros se encarguen de encontrarla. Los que nos gusta ( no todo el rato, ni todos los días) perseverar; los neutros animando a los anteriores están a un pasito de subir de nivel, y a los “No a todo” lo mejor es que pasen a un despacho de un sindicato de los llamados de clase, que también tienen trabajo, si no hay puestitos para todos, seguir luchando e inspirándose en lecturas que ayuden en lo posible.
Y finalmente, gracias a esa gran mayoría que están desamparados y siguen emocionándose con sus compañeros, sus padres y sus aguerridos alumnos.
Totalmente de acuerdo con lo que dices. Es más, diría que la culpa de lo que está pasando en la enseñanza es nuestra. Nos hemos acomodado, ya no prestamos, reculamos continuamente, aprobamos alegremente para no tener problemas, no somos reivindicativos, somos meros funcionarios movedores de papeles. ¿Cuánto hace que no hacemos una huelga larga como las que hicimos hace 30 años para pedir la homologa ión salarial? ¿Qué sindicatos tenemos? Todo el mundo apesebrado y los directores unos prepotentes que nos joden todo lo que pueden porque el inspector de turno no hace más que tocar las narices. Antes el claustro pintaba algo, hoy somos unos meros escuchadores de las órdenes del señor director. A mí me queda este curso para decir adiós, justo cuando más válido soy. Pero ya no quiero pertenecer más a este cuerpo de reculadores que ha perdido la autoestima y que son meros funcionarios obedecedores de inútiles. Así que, tenemos lo que nos merecemos, aunque yo hasta el final seré el que siempre fui, un ser libre que hace solo lo que cree que está bien, sin miedo a las consecuencias. Saludos
He sido profesor de secundaria durante 30 años. Ni en el artículo ni en los comentarios se señala a los principales responsables de esta situación: La LOGSE y los miserables ministros de educación Rubalcaba y Maravall con el gran malhechor Presidente Zapatero a la cabeza, y la puntilla que van a proporcionarle a la enseñanza el socialcomunista Sánchez y la actual ministra Celaá.
Parece que lo tuyo son las ideas bien claritas y sencillas. Mensaje bien bien sencillo, no me vaya a despeinar. Ole, ole y ole. Así nos va con esas profundidades y ese calado.
Excelente artículo que todo maestro seguro que entiende y se siente identificado emocionalmente. Es curioso que hoy que la libertad de educación está a tan a la orden del día, nadie hable de la libertad de enseñanza, es decir, de la libertad del maestro. La libertad en nuestra escuela parece haberse convertido en el derecho a la libertad para negar la libertad de otros. El ejemplo de la presión de los padres sobre la libertad del maestro es un ejemplo paradigmático. Pero el poder de la palabra no es ajena al poder. Si pensamos en la libertad de expresión por ejemplo, no es lo mismo hablar de la libertad del periodista que de una gran cadena de tv. Por eso sólo un fortalecimiento social del valor de la palabra libertad puede liberarla del abuso del poder. Y en ese fortalecimiento social la escuela es imprescindible. Una escuela en libertad, que potencie, por ejemplo, la libertad del maestro en vez de secuestrarla.
Totalmente de acuerdo, un artículo fantástico!
Totalmente de acuerdo. Me he visto reflejada en este retrato de nuestra situación. Una pena.
Lo único que nos excusa es nuestro amor por los/as niños/as y nuestro trabajo.
Gracias por expresar con tal claridad la situación. Nunca mejor dicho y expresado. Soy maestra y terminé adelantando mi “prejubilación” por mi salud mental. Gracias una vez más por exponer lo que están viviendo nuestros compañeros
Antes de nada debo decir que no soy maestra. Soy madre de dos hijas en Bachillerato y estoy de acuerdo con el texto. Estoy de acuerdo en que muchos padres y madres asumen un rol equivocado y quitan la autoridad del profesor tan importante para la labor educativa (han sido decenas las de veces que en reuniones con familias y profesorado he sentido bochorno ante algunas peticiones/sugerencias/mandatos de algunos padres). Y de la Administración, para qué hablar. Pero creo que también sería importante hacer autocrítica y huir del corporativismo, particularmente en Secundaria (seguramente infantil y primaria tiene un componente muchísimo más vocacional y se nota). Parto de la base que educar a adolescentes es una de las tareas más difíciles que puede haber. Debes enfrentarte a la edad más complicada de cualquier persona y con todos los problemas que añade el texto. Pero también debo decir que se abusa del palo, sin ofrecer motivación, ni zanahoria; que se abusa del sálvese quien pueda.. cómo sino no es posible que no una, ni dos, sino bastantes veces haya tenido que escuchar como un profesor le dice a un alumno en el mes de octubre: vas a suspender la asignatura y lo reitera todas las semanas (la profecía autocumplica está al caer) o como no te apuntes a una Academia no apruebas ni en broma (¿y el que no puede pagar una Academia? ¿y dónde está la labor de un profesor para evitar que eso ocurra?). Echo en falta mucha pedagogía y psicología en numerosos maestros (seguramente en toda la Sociedad) que tienen una enorme responsabilidad en el futuro de los chavales (por supuesto no única).
Estoy jubilada y inglesa, es igual aquí, que razón tiene Toni.
Pues yo no estoy para nada de acuerdo con este artículo. Ni todo era perfecto antes ni todo es horrible ahora. Como siempre que erramos nos vamos a loa extremos, olvidando hallar, como decía Platón, el justo medio.
Yo también tuve un profesor que me sacaba al parque a aprender, pero ese mismo era un déspota que humillaba a sus alumnos delante del reato por no llevar los deberes bien hechos o por utilizar un lápiz b2 en lugar de b3, y no es broma, te gritaba y te lo tiraba por la ventana por haber traído el lápiz “erróneo”
Este artículo es sólo, como indican, una opinión, pero creo que es muy poco realista porque se basa en una experiencia personal (la mía fue muy distinta como veis). No puede ir de lo particular a lo general, es injusto porque no es veraz.
Hoy en día hay muchos sinsentidos, pero también se ha avanzado en muchos problemas del pasado
Necesitamos seguir siendo críticos y no aceptar lo que parece bonito a simple vista, como lo es este artículo
Observo que te expresas bien (todos los signos de puntuación correctos, cohesión y coherencia), que tienes capacidad para rebatir con argumentos este artículo, etc. ¿Tú crees que la juventud que acaba la ESO o el Bachillerato es capaz de tener opinión crítica, como tú o escribir como tú? Lo primero de todo es que no son capaces de leerse todo el artículo porque les da pereza. Lo segundo es que no lo van a entender porque no tienen comprensión lectora. Lo tercero es que les da igual el conocimiento, la cultura, etc.
No sé qué años tienes, pero de los que estudiaban en mi época (nací en 1957) sólo 1 de cada 10 terminaba el bachillerato y conseguía entrar en la universidad. Si tomamos como conjunto la población escolar entera, yo diría que ahora, de forma global el alumnado sabe más, escribe mejor, tiene mejores habilidades que las cohortes escolares de mi época. El problema es que comparas con tu experiencia, pero tu experiencia es limitada y te induce a un error estadístico serio que deberías tener en cuenta. Durante 35 años como docente he oído la misma letanía: los alumnos y alumnas de ahora no saben nada, no estudian nada, no saben escribir ni leer bien… Eso lo decían los que habían estudiado en los planes (como el mío) del 57 o anteriores, pero luego los decían los que habían estudiado en la ley del 70 respecto de la LOGSE, luego los de la LOGSE lo decían respecto de la LOE. Me imagino que los de la LOMCE dirán lo mismo de los que estudien en leyes posteriores.
No sé si te has parado a pensar que cuando hablamos de estas cosas solemos creer que la mayoría de nuestra generación tiene la misma formación básica que uno mismo. Y eso es un error monumental.
Mi experiencia es que en la ley del 70 había un 40% que no estudiaba BUP (luego fue reduciéndose). Un porcentaje significativo (en torno al 25%) no terminaba 8º de EGB y terminaba en la FP1 o simplemente vagueando en las plazas de los pueblos. De los que empezaban BUP una parte importante no terminaba el Bachillerato.
En fin, creo que hay que hablar con más conocimiento de causa.
Totalmente de acuerdo con el artículo. Reflexiono y reflexiono y creo que toda la culpa es nuestra. ¿Cuántas de nosotras vemos como un disparate la nueva “Ley Celaá” y nos callamos para que no nos llamen fachas? El problema de todo esto es que estamos en manos de la Política y de la Pedagogía moderna. La única dificultad para obtener el título de Pedagogía es matricularse: no les regalan notas a base de trabajitos, sino sobresalientes y matrículas con los que consiguen becas que a otras personas se les niega. Ese tipo de persona que no saben lo que es el esfuerzo son las que preparan todas estas nuevas metodologías y vacían de contenidos las escuelas y los institutos. Y los políticos, por supuesto, a quienes les interesan los resultados. Estos presionan a los inspectores, personas a las que les importa bien poco que nuestros hijos aprendan o no; los inspectores a los jefes de estudio; y estos, al profesorado.
¡Pero no nos movemos, simplemente pasamos este artículo por what’s app esperando milagros!
Hola Miriam, no sé si me estás respondiendo a mi, pero en cualquier caso no importa. Lo que escribes no tiene ningún argumento, salvo una reacción fruto de tus tripas, tus emociones. Y está bien mostrar las emociones, pero es importante, también, si es que queremos dialogar, que des argumentos de lo que defiendes. No creo que toda persona que esté en contra de la nueva ley de educación sea facha. En realidad, eso no importa. Yo he leído muchas opiniones y muy diversas sobre la nueva ley.
No sé de dónde puedes sacar que el problema está en la pedagogía moderna. Quizá ni siquiera sepas qué es la pedagogía moderna. Probablemente llamas pedagogía moderna a trabajos de investigación que tienen una antigüedad de 100 años. Esa pedagogía moderna no cala en España hasta después de la muerte de Franco que es cuando empieza a ser conocida y sobre todo a partir de los años 80. Sistemas educativos como los de Finlandia, modelo de éxito en todas las horribles pruebas internacionales, se basan en esa pedagogía moderna / antigua. Pero eso te da igual y no debería. Quizá sería bueno que leyeras algo de esto.
La referencia al esfuerzo que haces está vacía de contenido. El esfuerzo es lo que ha estado vigente desde que tengo memoria y está vinculado a la idea de que el que quiere puede. Analiza esta afirmación y te darás cuenta de que es falsa, objetivamente falsa. El esfuerzo primaba en el sistema educativo de la ley del 57 y dejó en la cuneta a la mayor parte de la población escolar. El esfuerzo primaba en la ley del 70 (EGB) y dejaba en la cuneta también a la mayor parte de la población escolar, aunque en menor número que la del 57. Y así podríamos llegar hasta hoy. Hoy también están los centros escolares imbuidos del esfuerzo. Lo que te quiero decir es que en los centros escolares sigue estando vigente el esfuerzo como valor principal y, según tú, es un auténtico fracaso. Lo que no sabes o no quieres saber es que, a pesar de las leyes, los centros escolares siguen haciendo las mismas cosas que hacían cuando yo estudié, con muy pocas diferencias. Dicho de otra manera, esa pedagogía moderna/antigua no ha calado en las prácticas docentes. Te informo para que lo sepas. Quizá deberías dar una oportunidad a esta pedagogía.
También he de decirte que esa pedagogía moderna/antigua que la ves enfrentada al esfuerzo no rechaza el esfuerzo mismo, sino que pretende promocionarlo.. La diferencia está en la forma en que se promociona. El esfuerzo es clave como valor individual, pero hay que ponerlo en contexto. ¿Crees que la idea de “el que quiere puede” tiene el mismo sentido en los niños de Cañada Real de Madrid que en el barrio de Salamanca? Yo creo que no. Decir simplemente eso y que cada uno se las vea con sus condiciones de partida es no ser sensible a la desigualdad social/individual de partida.
Hay una frase de Samuel Johnson que nos invita a reflexionar: “Donde la esperanza no existe no puede existir el esfuerzo”. El esfuerzo, pues, depende de una condición, la esperanza. No tiene sentido hacer un esfuerzo cuando uno cree que algo es imposible.
Es un artículo cizañoso. Para empezar, alguien que tiene el premio de “el mejor docente” como este señor, me da risa. Para mí, los mejores docentes son todos y todas los que conozco de mi cole (a quienes cada día admiro más por su dedicación e ilusión) y de muchos otros por los que me he estado moviendo. Yo también he dado “octavo” y estoy en activo. Claro que en algún aspecto tiene razón, faltaría más. Pero en la mayoría no: es como una guerra con las familias. Por lo menos en Primaria y en la zona rural, como es Guardo, los padres y madres colaboran casi en su totalidad (Y es una gozada); comparten con el profesorado sus opiniones, además, ahora en plataformas educativas (que supongo que tampoco le gustará al “experto” en cuestión). Todos tratamos de mejorar, y también los padres y madres, cómo no…. porque todos estamos en el mismo barco y lo que más nos importa en el mundo es nuestro alumnado… Así es que dejar de tocarnos las narices y crear mal ambiente: Viva el profesorado y ánimo… Viva las familias y p’alante.
Muy interesante el artículo, que refleja fielmente la realidad.
Sin embargo hay algunas cuestiones que no se plantean, y que también guardan relación con la decadencia en la educación: la vocación y la profesionalidad del docente, la madurez y el equilibrio intelectual de este, su escala de valores, cómo de ordenada tiene su vida… Los padres han terminado con la autoridad del docente pero… ¡también hay docentes que carecen de total autoridad porque no tienen legitimidad moral para ejercerla!
Personalmente me llama poderosamente la atención ver cómo en cada proceso selectivo, en cada convocatoria de adjudicación, en cada llamamiento, etc., acceden al sistema educativo infinidad de docentes sin vocación, ni madurez ni equilibrio intelectual, para llevar a cabo una labor tan seria y esencial como la docencia, sobre todo en primaria y secundaria.
Sé muy bien de lo que hablo, porque soy profesor de enseñanzas superiores de música, y en mi aula tuve hace un par de cursos a una alumna de 27 años, aspirante a ser maestra de primaria, y que actualmente ejerce la docencia en la misma, cuya actitud en la vida y como alumna era un calco de los comportamientos de los alumnos descritos en este artículo. No voy a entrar en detalles, pero durante su breve paso por el centro demostró, con su actitud y forma de proceder, una clara desconsideración y falta de respeto hacia la educación en general, hacia los estudios que cursaba, hacia los docentes, los compañeros, y una ausencia total de valores como la honestidad, la lealtad o la franqueza, aderezado con una buena dosis de victimismo, egoismo y falsedad. Todo fruto de una inmadurez de libro, de una cabeza sin amueblar, de una vida privada y sentimental completamente desordenada. Con estos mimbres, ¿qué credibilidad y legitimidad tiene, y qué valores puede transmitir esta persona como docente, si como alumna ya cercana a la treintena demuestra todo lo contrario a lo que se supone que debe transmitir como educador? Por desgracia, este no es un caso aislado, es algo más extendido de lo que nos pensamos.
Por lo tanto, esta es también una cuestión clave a tratar, porque el docente debe enseñar con el ejemplo. Algunos dirán que la educación en valores es algo que se debe impartir en casa, pero también en los centros educativos, y los niños y adolescentes pasan más tiempo en los centros que en el hogar.
Un saludo.
Creo que a autor le falta perspectiva histórica. He sido profesor de Filosofía durante 35 años, sufrí la ley educativa del 57 y di clase en la ley del 70, la LOGSE, en las modificaciones de la LOGSE,en la LOE (después de la amenaza de una LOCE que no llegó a salir) y finalmente en la de WERT, la LOMCE.
1. Es cierto que hay una obsesión de la administración educativa por los papeles y el cumplimiento de la ley, PERO SIEMPRE LA HA HABIDO, en todas las leyes educativas. La inspección, batallón de primera línea en el control educativo de la administración, ha actuado casi siempre de la misma manera independientemente de la ley. Un ejemplo: siendo Jefe de estudios de un instituto recibí la visita de un inspector que me amenazó con abrirme expediente si no me cortaba el pelo largo que llevaba por entonces. Esto no tenía mucho que ver con la eficacia educativa de mi gestión. Como no tenía ningún interés personal en seguir en el cargo, le dije que me abriera el expediente, cosa que no ocurrió, obviamente. Esto es un suceso del curso 90/91, todavía con la ley del 70.
2. Ha habido un cambio social significativo que el autor no menciona ni recoge. Estamos en un estado de derecho y eso implica muchas cosas, entre otras, la necesidad de tener permisos paternos para el control de salidas y entradas. Eso es inevitable, pero no tiene que ver con el deterioro de la enseñanza ni con las leyes educativas, sino con el marco legislativo y social en el que nos movemos.
3. Entre los cambios sociales no interesante está la deriva regresiva de las leyes desde la LOGSE, especialmente con la ley WERT, el crecimiento de la privada concertada (que mina la autoridad de los centros públicos con sus servicios).
4. Entre los cambios, también, especialmente vinculados a la crisis financiera, hay un recorte en la inversión pública para la educación pública. Esto supuso un empeoramiento en las condiciones de trabajo del profesorado con el aumento de las horas lectivas y de las ratios por grupo. Esto implica un incremento de la dificultad para el profesorado.
5. En un estado de derecho, la autoridad no se tiene (al menos eso debería ser así) sino que se legitima en la acción. Y la acción tiene que ver con todos los agentes sociales implicados, incluidos las familias.
6. Hay un miedo exacerbado a las familias por parte de una cantidad significativa de profesores y profesoras. Este miedo no es nuevo. Cuando, en los años 80, se intentó la participación de la comunidad educativa en los centros, era frecuente la reacción defensiva del profesorado., intentando deslegitimar la participación de las familias. Esto tiene que ver con la cultura de los docentes donde lo que más prima es el deseo de hacer lo que a cada uno le dé la gana, con tal de que diga que enseña. Y esto es discutible. En la medida en que la participación se ha boicoteado sistemáticamente por parte de la administración y el profesorado, el ambiente se fue enrareciendo. O creamos de nuevo canales que una vez estuvieron abiertos, o nos empeñamos en entender la participación como eso, participación, o el clima se irá deteriorando. Y en esto la responsabilidad no es sólo de la administración, también del profesorado que no ha entendido, salvo excepciones, que su papel ha cambiado. Un ejemplo, años 90, Ley del 70, 2º de BUP, una profesora propone al jefe de estudios que disuelva un grupo porque no tienen sensibilidad humanística.
6. Lo que el autor pone como ejemplo (la salida al campo de al lado para recoger minerales) tiene sólo una cosa como cierta: ahora es necesario tener un permiso. Pero ese permiso se puede tener de forma genérica (esto dependerá de la dirección del centro, de la visión que tenga el profesorado del valor de este tipo de actividades). Yo lo he hecho de esta manera hasta hace 2 años que me jubilé y no hay demasiados problemas. Poner esto como ejemplo de la dificultad es desenfocar la cuestión.
Podría seguir poniendo ejemplos, pero se haría todavía más largo. Creo que este tipo de “reflexiones / opiniones” no ayudan a “pensar” sobre el estado de la cuestión, el papel del profesorado en la educación hoy, sobre el reparto de las responsabilidades sobre la situación de la educación, etc. Creo que hay que hilar más fino, analizar mejor y de forma más profunda y, sobre todo, no pecar de victimismo.
Creo que las mejoras pasan por una lucha por una educación mejor, haciendo lo que se puede hacer, que es mucho más de lo que el autor apunta.
¡Perdona que te lo diga, ¡pero te delatas con lo de “los profesores y profesoras”! ¿Qué credibilidad tiene alguien que hace política mientras habla? Deberías de leerte “1984”, de Orwell, donde puedes ver las consecuencias de la imposición de un neolenguaje.
Solamente te ha faltado tildarme de “facha”, como todos los que repiten los dictados de Pablo Iglesias. Si te disgustan las verdades que he manifestado en contra de los pedagogos, pues tú mismo…Gente como tú han vaciado de contenidos las aulas y los han sustituido por la igualación por debajo, creando mediocridad.
Es curioso. ¿Has leído 1984 de Orwell? Creo que no. En esta obra el Ministerio de la Verdad es el que se dedica a ir creando la neolengua lo hace por reducción de la diversidad. Es decir, lo que hace no es aumentar el léxico sino reducirlo, además de cambiar los significados de las palabras. Una reducción del lenguaje redunda en una peor capacidad para expresarse, para analizar la realidad, para entenderla. El uso de expresiones como las que mencionas lo que hacen es ampliar el signficado, ampliar el léxico, incluir más realidad de la que tienen las expresiones originales. Por tanto, no tiene nada que ver con 1984. Léelo de nuevo, por favor.
Creo que tienes un problema de intolerancia básica que deberías analizar. Quizá no estés de acuerdo en utilizar un lenguajes inclusivo (algo que no justificas ni argumentas) y eso está bien, es tu visión. Pero estaría bien poder compartir tus razones con los demás para poder entrar en un diálogo. El diálogo lo cierras cuando me atribuyes supuestas afirmaciones que podría hacer como “tildarte de ‘facha'”. No es mi estilo argumentar contra la persona para desautorizar su opinión. Eso es una falacia “ad hominem”, falacia en la que estás incurriendo en todo lo que has escrito como respuesta.
Al final dices que “Gente como tú han vaciado de contenidos las aulas y los han sustituido por la igualación por debajo, creando mediocridad.” No sé que vinculación tienes con la enseñanza, pero los contenidos que se estudian actualmente son muchos más que los que yo estudié (plan del 57) y también más contenido que en la ley del 70. Simplemente puedes ir a los currículos o los libros de texto. Por tanto, el problema no está en el contenido. Tampoco está en que haya triunfado un tipo de pedagogía que en otro lugar llamas pedagogía moderna. De hecho esa pedagogía de la que abominas no ha entrado casi en las aulas. En general, el profesorado sigue respondiendo al contenido, al sistema tradicional de explicación y examen para aprobar la materia. Si el contenido es mayor, si, de forma general, se sigue haciendo lo mismo que se hacía, ¿dónde estará el supuesto problema del que hablas?
Si vas a la historia reciente española puedes ver:
“Así pues, se puede comprobar como el proceso de generalización de la enseñanza iniciado en los años 70 y desarrollado en los años 80 y 90 ha desplazado el problema del abandono de la educación hacia cohortes de edad más altas, posicionando este fenómeno como un problema de capital importancia para las políticas públicas. De este modo, se puede afirmar que el objetivo de las políticas de escolarización ha ido evolucionando, pasando de la plena alfabetización y el acceso de la población menor de 16 años a la educación, al actual objetivo, que consiste en reducir el número de personas que abandonan la educación en edades posteriores a las que corresponden a la educación obligatoria, sin conseguir un título correspondiente a la educación postobligatoria o equivalente. Como apunta Cullen (2000), el interés por este objetivo se vio acrecentado a partir de los años 80, coincidiendo con la caída de los trabajos menos intensivos en conocimiento o que requerían una cualificación relativamente baja, en favor de trabajos con unas exigencias formativas más altas.” (Una radiografía del abandono escolar temprano en España: Algunas claves para la política educativa en los inicios del siglo XXI Siro Bayón-Calvo.)
Lo que viene a decir es que se ha progresado enormemente desde los años 70 en la escolarización, la alfabetización, la cualificación… desde esa época, especialmente desde los años 80. Y eso que ahí es cuando empieza a reformarse la educación, esa que denostas tanto. Nuestros alumnos y alumnas están mucho mejor preparados si tomamos el conjunto de la población escolar.
Te lo cuento para que investigues por tu cuenta todo esto y no te remitas sólo a tus emociones. Un saludo.
Totalmente de acuerdo.En Educación,cada vez hay mas gentes que no hacen nada y a los que tienen que justificar los que están dando clase todos los días ¿Burócratas? No: inspectores inutiles, directivos pesebrero y babosos,políticos oportunistas…en fin ,habrá excepciones, pero yo no las veo
Muy de acuerdo. Sobre todo lo relativo al nivel de los responsables educativos. Supongo que se parecen a los dirigentes en otros ámbitos de la administración, pero este caso lo conozco y puedo asegurar que no saben lo que hacen. Bueno, saben jugar a la política y el marketing, con una carga de fariseismo asombrosa. Verdaderos inútiles e ineptos. De todas forma, reconocer que cada gremio tiene… desgraciadamente lo que se merece. Quien se deja maltratar … ya se sabe, y quien se acuesta con niños… pues eso. Es una pena cómo somos los docentes, pero nada justifica el ninguneo y la desfachatez con la que actúan los personales de la administración educativa. El debate se puede sustanciar con datos e informaciones concretas como hace el autor pero este momento de opinión no es el adecuado
Más razón que un santo, sin embargo, he aquí que a los piratas nos gusta navegar en aguas turbulentas y vivir aventuras.
La aventura de enseñar y educar a esas criaturas de Dios contra viento y marea.
Ánimo piratas!!!!
He sido docente durante durante 44 años y he vivido todo lo que habéis referido en el escrito. Tengo que decir que estoy totalmente de acuerdo en todo. Es una vergüenza la autoridad que tiene todo el mundo en los colegios , excepto el profesor. Y los padres- madres, no saben el daño que están haciendo a sus hijos con su comportamiento.
Felicidades por vuestro artículo!
El problema se debe solucionar des de la formación del profesorado. ¿Estamos realmente preparados para educar en valores y potenciar la motivacion, el sentido de la responsabilidad, la creatividad y el verdadero trabajo en equipo? Un@ buen professional tiene asegurados el prestigio, el respeto y la credibilidad.
Totalmente de acuerdo contigo. Se puede decir más fuerte pero no más claro. Lamentablemente, después de 30 años de docente de EF he asistido a este deterioro tal y como lo has contado. En nuestro especialidad hay que añadirle la despreocupación, yo diría el abandono, que han sufrido las instalaciones deportivas. Gracias por esta reflexión tan necesaria e incluso terapéutica. Aloha.
Muy buena reflexión. Estoy totalmente de acuerdo.
Y si quedaba alguna duda… el covid y la postura de las administraciones ante la pandemia y xomo afrontarla en las aulas se ha encargado de aclararla. Y, por desgracia, en la dirección de esta reflexión.
Triste pero cierto
Real, como la vida misma… Una auténtica pena. Tendremos que poner un “EXTRA” de ilusión para seguir enseñando, lo que podamos y nos dejen los papeleos.
¡Totalmente cierto!
Gran articulo profesor….Tengo 45 años…vengo de estudiar EGB y toda mi vida en Educacion Publica,he tenido grandes profesores que me enseñaron la base de lo que soy actualmente….una profesional de la Salud….pero sobre todo,me enseñaron respeto,educacion y empatia….hacia los profesores y compañeros….Esos valores tan importantes….cada vez escasean mas…y ademas de la burocracia….ese es el gran problema actual
menos mal que para balancear estas verdades hay cada vez mas docentes profesionales uniendo voluntades. Cocreando con entusiasmo para introducir otros modelos educativos ya en práctica también dentro de sistemas públicos nacionales e internacionales. Aquí sólo un ejemplo (con actividades para infantil, primaria y adaptables a secundaria) de los tantos que están saliendo como champiñones https://crowdfunding.fundaciontriodos.es/la-escuela-a-cielo-abierto/2368
Totalmente de acuerdo!
Hemos pasado de un extremo a otro.
Y el problema es que es@s padres son l@s que han estudiado EGB y han salido de excursión, tal vez deberían volver a ser educad@s.
Desgraciadamente se ha pasado de la libertad en la docencia emprendedora, a una docencia basada en la burocracia.
Soy profesor recién jubilado. Cuando empecé en la enseñanza, hace ya treinta años, en una clase de 25 alumnos 23 atendían y se comportaban correctamente y los otros 2 pasaban de todo. En el último curso que he dado en una clase de 25 alumnos 23 pasaban de todo y sólo dos atendían y se comportaban correctamente.
Actualmente los institutos son guarderías juveniles.
Llevo casi 30 años dando clase y estoy completamente de acuerdo. Empecé dando clase a bup y cou, y hay una diferencia abismal. La administración por un puñado de votos ha abandonado a los profesores. Se cubren el culo. Pero lo tenemos todo perdido, por curso 28 alumnos, 56 padres + alguno más, ya que la mitad están divorciados = 70 votos. Profesores 8/10 por curso. Nos ganan 7 a 1. Mientras esto sea así no hay solución. Nosotros seremos siempre el problema.
Soy maestra de infantil, llevo trabajando desde 1985 y es muy cierto, He tenido la suerte de trabajar en los mejores años que vivió la educación, en los que nuestro motor era la pasión por nuestro trabajo y el reconocimiento y la colaboración de los padres .No reparábamos en horas que metíamos dentro y fuera del colegio. La película ha cambiado mucho: perdemos el tiempo con reuniones, programaciones, memorias… y dejando por escrito todo aquello que se realiza en el aula.
Actualmente llevo 14 cursos en las aulas de 2 años, aposté por ello con toda la ilusión, era mi gran proyecto, poner en marcha las aulas de 2 años de mi centro, pero según avanzan los años veo como se va deteriorando todo: nos vamos convirtiendo en una guardería donde lo que importa es que el niño esté cuidado el mayor número de horas posibles. y los maestros/as nos hemos convertido en vigilantes para que ningún niño/a regrese a casa con un golpe o mordisco porque nos puede suponer un problema.
Tristemente estoy desencantada.
Después de siete Leyes de Educación (y una octava, cuya aplicación me cogerá ya jubilado) tengo clárísimo que somos los maestros los que hacemos que el sistema funcione. Apesar de los obstáculos y zancadillas de la Administración (estatal-autonómica) y la incomprensión de la sociedad.
Comencé mis estudios de Magisterio con la Ley de 1970 de Villar-Palasí. La evolución posterior ha sido a intentar controlar la libertad profesinal de los docentes., nunca las desviaciones de la lógica pedagógica. ¡Hasta pretende que hablemos de estándares! ¡Me niego! Yo no fabrico coches procesadores, acompaño y guío a personas en su crecimiento y maduración.
Después de más de 35 años con preadolescentes y adolescentes (15 años profesor de EGB en Ciclo Superior, y 21 profesor de secundaria) me jubila la burocreacia administrativa (yo también he vivido las amenzazas de expedientes y el hostigamiento de algunos inspectores burocratas, que comentan otros compañeros) y algunos padres. No me consumen los conflictos con mis alumnos, necesito la “batalla” diaria, el conflicto adolescente es suprogreso personal; y me ha hecho mejorar como profesional y como persona.
A mis actuales alumnos de 2º de bachillerato que quieren estudiar para docentes les animo a rehumanizar la ensñanza, incoporando las nuevas tecnologías, no sometiéndose a ellas. Necesitamos recuperar a Freire, a Freinet… No dejarnos deslumbrar por los cantos de sirena de sistemas desescolarizados (Ivan Illich) y deshumanizados.
¡ÁNIMO A LAS NUEVAS GENERACIONES DE DOCOENTES!
Me parece absolutamente vergonzoso y triste que un docente nombre en su artículo a un único grupo de necesidades educativas especiales con tan poquísimo respeto. Tristemente denota lo que la Alta capacidad representa para él y para muchos otros: una molestia. Numerosos colectivos luchan no sólo porque se identifique a este tipo de alumnado sino, por lo que es más importante, que es que se les atienda en sus necesidades. Una gran labor también de desestigmatización a la que usted con sus tristes palabras no ayuda. Le recuerdo que el alumnado de Alta capacidad está identificado por los servicios de orientación y los padres luchamos por conseguir que se les de lo que necesitan y lo que les reconoce la propia ley contra viento y marea. Esa lucha nos produce agotamiento y mucho sufrimiento porque, en muchos centros ni los equipos directivos se preocupan, ni los orientadores saben qué hacer ni tampoco los tutores. ASí, que haga usted el favor de tratar a este alumnado y sus familias con un poquito más de respeto.
Muchos niños y niñas, antes de ser identificados, simplemente son niños que se aburren, que molestan, que interrumpen, que no trabajan… y muchos docentes ni se plantean la posibilidad porque no hay formación ni conocimiento suficiente, a este respecto. Y porque , hoy en día, tristemente, de nuevo, las familias se interesan y saben más de este tema que los propios docentes en muchos casos.
Cierto es todo lo que escribe Toni García Arias. Casi se me llenan los ojos de lágrimas al ver que por fin alguien me entiende…
Cuántas discusione she tendio yo en un colegio privado con algunos padres cuyos hijos entorpecían y molestaban constantemente. Ahora que casi metería la mano en el fuego y apostaría que los tiranos que han criado algún día les echarán de su propia casa… Que el tiempo NO me dé la razón…
Programa de acogida.
Protocolo COVID-19.
Plan de limpieza reforzado.
Plan de evaluación interna.
Plan de Atención a la Diversidad.
Plan de Actuación Digital.
Plan de contingencia.
Plan de convivencia.
Plan de formación.
Plan de Igualdad.
Plan de Mejora.
Memoria de autoevaluación.
Plan general de reuniones.
Protocolo para el proceso de detección de alumnados con NEAE.
Plan de sustituciones.
Programa de detección de alteraciones del desarrollo y de prevención de problemas de aprendizaje en el segundo ciclo de educación infantil.
Proyecto lingüístico de Centro.
Proyecto de dirección.
Evaluación del proyecto de dirección.
Plan específico para alumnado que no promociona.
Programas de refuerzo para la recuperación de aprendizajes no adquiridos.
Programas de refuerzo de materias troncales para el primer curso de ESO.
Programa de enriquecimiento.
Adaptaciones curriculares significativas.
Adaptaciones curriculares no significativas.
Compromisos educativos.
Programaciones de aula.
Plan de refuerzo.
Plan de orientación y acción tutorial.
Plan de actuación para las elecciones a Consejos Escolares.
Programas de tránsito.
Plan de trabajo conjunto EOE /Colegio.
Plan de Biblioteca.
Reglamento de Organización y Funcionamiento.
Proyecto de gestión.
Plan de autoprotección y emergencias.
Actas de tutoría.
Actas de Claustro.
Actas de Consejo Escolar.
Actas de comisión permanente.
Actas de comisión de convivencia.
Actas de equipos de ciclo.
Actas de equipos docentes.
Actas de equipo de orientación.
Actas de ETCP.
Protocolo de absentismo.
Protocolo ante la petición de un familiar de administración de medicamentos o cuidados de salud especial para el alumnado en horario escolar.
Protocolo de actuación ante casos de supuesto acoso escolar.
Protocolo de actuación en caso de maltrato infantil.
Protocolo de actuación ante casos de violencia de género en el ámbito educativo.
Protocolo de actuación en caso de agresión hacia el profesorado o el personal no docente.
Protocolo de actuación de los centros docentes en caso de progenitores divorciados o separados.
Protocolo de actuación ante casos de maltrato infantil intrafamiliar.
Protocolo de actuación sobre identidad de género.
Protocolo de actuación ante casos de ciberacoso.
Protocolo para la notificación de posibles situaciones de riesgo y desamparo de la infancia y adolescencia.
Programa de actividades complementarias y extraescolares.
(Se me pueden estar pasando por alto fácilmente diez o quince).
EXISTEN CENTROS CON MÁS PROGRAMAS, PLANES Y PROTOCOLOS QUE ALUMNOS.
Cierto! Ciertísimo!!
Creo que está todo perfectamente dicho y recogido en el artículo y en los muy bien argumentados comentarios de mis colegas docentes.
No obstante, por ir un poco más allá, me da pena ver que los docentes hemos perdido esa rebeldía de antaño y hemos caído en el conformismo y la apatía de nuestra profesión.
Antes se conseguían cosas, mejoras porque las personas se unían y se lo curraban por un bien común (en nuestro caso conseguir una EDUCACION que esté a la altura, que se valore el esfuerzo, la reflexión, la cultura, que se nos devuelva el respeto de alumnos/as y social…y tantas y tantas cosas perdidas que se podrían comentar) pero lo cierto es que los docentes ahora estamos a la espera de que la situación cambie por arte de magia, porque está claro que los sindicatos que dicen nos representan solo ven ese puesto como una vía de escape y no una lucha y revindicación de mejora.
Aún así, tengo la esperanza que de más pronto o más tarde tiene que haber un cambio en la Educación para que la sociedad pueda subsistir.
Gracias a todos/as por vuestras palabras y reflexiones.
Totalmente de acuerdo. La burocracia no es calidad. No obstante nos queda una formula para sacudirnos tanto formalismo sí no queremos renunciar a nuestra prifesion. Esto es : desobedientzia y actuar en consciencia, aunque haya que asumir las consecuencias. No tener miedo y hacia adelante. Aupa!
Jubilado, después de más de 40 años de profesión, asumo y comprendo todo lo mucho que se viene diciendo sobre este tema tan bien propuesto por Toni. Pero creo que es lo suficientemente importante y complejo como para tratar de mirarlo con un máximo de profundidad (por sus causas últimas, decía Aristóteles). Lo único bueno que yo veo en el inmediato futuro de la docencia, es que la capacidad de virtualidad de internet y de sus redes sociales, nos va a salvar de su embrollo insoluble. Y la situación es, en mi idea, que la docencia del pasado está difunta, consumida en el cáncer terminal que desde hace más de 200 años han venido produciendo el exceso de contaminantes de un capitalismo artificial, sostenido con las sobras de los verdaderos capitalistas. Un capitalismo impulsado en España sobre todo por meapilas. Y el hedonismo generalizado de una cultura clerical, que ha fomentado el irresponsable “buenismo” de un dios afable, que lo perdona todo, y que nos vuelve niños irresponsables ante la materia que nos sostiene, porque en realidad lo que importa es la bicoca celestial. Niños irresponsables son niños menos, voraces de placer y alérgicos contra cualquier tipo de frustración, como está poniendo en evidencia la actual pandemia. Alergia al esfuerzo y a la frustración. Como educar a los gorrinos. Contra natura. Internet es la única salida. Aunque aún no sea perfecta, por lo menos saldremos de esta ciénaga.
Excelente artículo !!!!
Le Felicitó por su artículo, muy acertado en todo palabra por palabra.
Y no pasa sólo en Primaria, en la ESO y Bachiller otro tanto y mucho peor. El ministerio con sus leyes de turno lo han reducido todo a un absurdo. La sensación es de que los docentes les hacemos el trabajo a los de la administración, haciéndonos perder el tiempo con tareas de secretaría que no nos corresponden, un sin fin de reuniones, trámites, papeleos, programaciones, contraprogramaciones… de todo menos dar clase como Dios manda. Cuando tienes que ponerte con lo que te compete a ti realmente como educador ya estás hasta los mismísimos y ya no tienes fuerzas para encarar el aula como es debido. Vaya por delante que siempre hay honrosas excepciones, pero tan pocas que no hacen mella. Los institutos son auténticas guarderías donde te pasas el curso haciendo de niñera, separando peleas, apacigüando salvajes, apagando cigarros de dudosa composición, tirando litronas por el water, escondiendo equipos bajo llave, acompañando accidentados al botiquín, llamando a padres que recojan a sus “babys”… vamos, cuidando niños en una palabra, pero de impartir lecciones y hacer deberes olvídate. Pero eso sí, ni se te ocurra poner a nadie menos de un 7 (ya no digo suspender que es lo que merece la mayoría) porque comprometes el prestigio del Centro, obligado a aprobarles por el prestigioso honor de no dar un palo al agua. Y sino te las verás muy duras con el alumn@, los padres, el departamento de orientación, la jefatura de estudios, la dirección del Centro, la Conserjería de Educación y el Ministerio en pleno. Así de bonita es la docencia del siglo XXI, con la generación de alumn@s “mejor preparados” de Europa, o eso dice la tele, ¡toma castaña!!. ♂️
Un artículo maravilloso y muy acertado. Ha descrito perfectamente nuestro sistema educativo. Enhorabuena.
Otra vez el mismo mensaje. Se está quedando algo viejo y rancio. No digo que sea falso, pero habrá que buscar aportación a nuestro discurso, ¿no? ¿Es esto todo en enseñanza? En la mía, por más que odie la burocracia y nuestras demás limitaciones, hay más…
Totalmente deacuerdo
Pues yo no estoy de acuerdo con casi ninguna de las cosas que se dicen el el artículo ni con el contra artículo que ha escrito defendiéndose de las críticas recibidas. Sí se enseña y sí se aprende. Y dar esa visión rancia de la educación no sé a quién favorece. No puedo sentir nostalgia de una época en la que el que podía salía adelante y el que no se quedaba atrás; ni de los bofetones o encerronas en cuartos; o de las aulas masificadas; o de la maestra que daba la clase dictando los apuntes de un cuaderno que ya estaba casi desintegrado de la de años que tenía ni de muchas otras cosas.
Las programaciones no son el problema, el alumnado no es el problema y los padres no son el problema.
Para mí, una de las cuestiones a mejorar laboralmente sería la distribución de tareas en la jornada laboral. Nuestro peor enemigo es la falta de tiempo para abordarlo todo. O sea, tener horas para planificar, innovar, buscar, diseñar, preparar, corregir, crear, conocer al alumnado, etc, etc dentro de la jornada. También la distribución horaria del alumnado podría ser más flexible y coherente. Otro aspecto a mejorar es la formación de los equipos directivos en cuanto a liderazgo pedagógico y gestión de equipos humanos desde la perspectiva grupal.
Una formación a nivel de centro y otra más individualizada adaptada a las necesidades reales .
No miremos atrás que cualquier tiempo pasado no fue mejor.
Creo que se responsabiliza mucho a los padres en el texto cuando también es posible que la desidia y actitud funcionarial de muchos docentes hayan promovido la intervención de éstos. Créanme, nada mejor que un buen tandem para sacar adelante a nuestra prole. Y, por desgracia, aún hay muchos en activo que eligieron la carrera por el sueldo, el horario y las vacaciones. Empatía mutua, no todos los padres son iguales, ni todos los maestros.
Suncitasuscita: Qué bien lo explicas, estoy totalmente de acuerdo contigo y muy poco, por no decir nada, con el autor de este artículo. No he leído aún la contrarréplica a las críticas recibidas, la buscaré; aunque tampoco creo que se pueda quejar: muchísimos de nuestros colegas le dicen en los comentarios que parece que les hubiera leído el pensamiento, lo cual me preocupa sobremanera. Tu comentario es muy acertado e inteligente, enhorabuena y ojalá en lo que me queda en la docencia me cruce con muchos/as como tú.
Anticipemos la jubilación anticipada, que nos jubilen a todos los que pasemos de 50 y entre gente nueva. La vocación me la han quitado toda. Tengo ganas de jubilarme.
Pero menos mal que tenemos a nuestros alumnos. Esos ( la mayoría) a mí me quitan todas las penas
El trabajo de profesor nunca ha estado exento de riesgo, mucho trabajo y vocación. Hoy nos toca luchar contra la burocracia e hipocresía política, las familias superprotectoras y desconfiadas, una muy dudosa y poco eficaz inspección, una sociedad donde se duda de todo, no se respeta nada y donde se premia el poco esfuerzo, etc… pero en antaño había conflictos bélicos de por medio, pobreza, hambre, abandono escolar, miedo debido a ideas políticas,… En fin, los que nos metemos en este mundo somos como los que practican el paracaidismo o la caída libre, la adrenalina debido al riesgo nos atrapa, no puedes escapar. Cada día superado es un aterrizaje con éxito, hay que vivirlo para entenderlo.
¿Soy el único que está en desacuerdo con el artículo? Acabo de jubilarme después de largos años de docencia, y en ningún momento, ni al principio ni al final, me he sentido como un “mero muñeco mecánico”, ni un “esclavo”. Me encantaba mi trabajo hasta la última clase. Es obvio que mucho ha cambiado en la educación, que hay más papeleo, que los padres tienen poder, pero lo esencial no cambia nunca – el proceso de enseñanza-aprendizaje. Si estás en el aula es porque tienes algo que enseñar, algo valioso, y estás en la presencia de mentes jóvenes capaces de aprender, si eres capaz de llegar a ellas. Si no crees que lo que tienes que enseñar es valioso, si piensas que es una estupidez impuesta por una normativa que no respetas, es fácil culpar a otras personas, sean los políticos, administradores, padres o alumnos, pero más difícil admitir que eres tú – has perdido tu sentido de asombro. Ya no eres el joven que eras, capaz de encontrar cualquier cosa interesante, y de transmitir tu entusiasmo a tus alumnos. Te has fatigado y amargado. Los contenidos de antes no eran más fascinantes que los de hoy, eres tú que has cambiado, y encima, culpas a otras personas y a la degeneración de la educación. Afortunadamente, si has cambiado una vez, lo puedes hacer otra vez. Pon una sonrisa al mundo, haz millones de preguntas, y disfruta del privilegio de enseñar.
Estos comentarios pedagógicos parecen ser bastante analizados. Creo que no solamente está la parte de enseñanza, sino también la parte humanística, Espero que haya más educadores que se dediquen a ambos ámbitos. Mi mejor apoyo a todos esos grandes profesionales.