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¡MÚSICA MAESTRO! BENEFICIOS DE LA MÚSICA EN EDUCACIÓN
- 21/11/2018
- Publicado por: idDOCENTE
- Categoría: EDUCACIÓN
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Cada vez son más las personas que reconocen los beneficios de la música en educación. Según la Neurociencia, la música ejerce un poder de transformación sobre el cerebro y sobre el funcionamiento de la mente. Muchas investigaciones reflejan cómo la música proporciona un desarrollo de ambos hemisferios cerebrales. El hemisferio izquierdo ayuda a desarrollar el aprendizaje del lenguaje, los números y el uso de la lógica y el razonamiento. Y se encargaría de la percepción rítmica y del control de mecanismos de ejecución musical. Mientras que el hemisferio derecho destaca por centrarse en la percepción y ejecución musical, la creatividad artística y la expresión musical.
En muchas ocasiones se ha argumentado su enseñanza con base en los beneficios no musicales que consigue, tales como el desarrollo social, motriz, afectivo, creativo y de conocimiento y que tienen una influencia muy positiva sobre la cohesión del grupo de clase.
Es decir, si el aprendizaje debe ser una actividad social porque es muy difícil aprender solos, la mejor manera de aprender música es precisamente en compañía de otros, puesto que invita a participar activamente en un proyecto común con un mismo objetivo para todo el grupo: cantar o tocar una canción.
Y entonces es el grupo de clase, y no el alumno de manera individual, quien asume las ocurrencias que se pueden generar cuando aceptamos la creatividad y el pensamiento lateral. Y no importa tanto que las ocurrencias sean coherentes, sino que las están generando los alumnos porque están inmersos en un proceso mental. Nosotros, como docentes, mediaremos luego para canalizarlas adecuadamente.
Beneficios de la música en educación
Algunos beneficios que podemos señalar que nos aporta la enseñanza de la música son:
- Desarrolla ampliamente la capacidad de atención y la concentración: los alumnos que aprenden música son perfeccionistas y cuidadosos hasta el detalle. Están más motivados a lograr la excelencia y acuden a más recursos complementarios para ampliar la información. Son constantes y disciplinados.
- Mayor capacidad de memoria y de creatividad: aquellos alumnos que aprenden música y que además son capaces de tocar un instrumento, están logrando que todas las áreas de su cerebro se relacionen y funcionen a la vez. Ponen en marcha la memoria visual, la memoria gestual y la memoria auditiva. No existe tal actividad cerebral, con otra materia o con otra actividad. Este entrenamiento contribuye a ampliar la memoria, permitiendo fijar los recuerdos recientes o antiguos. No en vano, la música se está introduciendo en el tratamiento a enfermos de alzhéimer con muy buenos resultados. Es cierto que como docentes, por el escaso número de horas que esta materia tiene en el calendario escolar, nos resulta muy complicado lograr que los alumnos puedan aprender a tocar un instrumento. Sin embargo, solo con lograr que escuchen música, potenciamos la creatividad y la agilidad mental, facilitando la solución de problemas de forma imaginativa.
- Desarrollo de habilidades motoras y rítmicas: todos somos capaces de movernos y de bailar al ritmo de una melodía. Pero si hay quienes lo hacen de manera espontánea son los más pequeños. Y es precisamente en educación infantil, donde la música es el mejor recurso para desarrollar las capacidades motoras. Sin embargo, debería ampliarse a todas las edades pues escuchar música nos hace liberar una sustancia química conocida como dopamina, la cual guarda una especial relación con nuestro estado de ánimo y capacidad para sentir placer. De esta forma, cuando liberamos dicha sustancia, estaremos aportando una mayor sensación de bienestar a nuestro cuerpo.
- Desarrollo de la seguridad personal y capacidad de socializar: también observamos, que una vez llegados a la adolescencia, nuestros alumnos se identifican por sus gustos musicales. Compartir música, reunirse para tocar y formar un grupo, acudir a conciertos, es una actividad social a través de la cual, los jóvenes refuerzan la seguridad en sí mismos y establecen nuevas amistades.
- Reduce el estrés: el estudio de la música enseña a lidiar con el miedo y a asumir riesgos, pues la puesta en escena, el exponerte a cantar o tocar en público puede generar estrés y ansiedad. Sin embargo, es importante que los alumnos se enfrenten a estas situaciones. Y hacerlo desde la música, ya de por sí una actividad que genera endorfinas, provoca como efecto el placer y la motivación como recompensa inmediata.
Pero más allá de todos estos beneficios, la música puede ser una estrategia didáctica. Por ejemplo, en 2011 la cantante islandesa Björk lanzó un álbum llamado “Biophilia” con la intención de que sirviera como material didáctico para niños de 10 a 12 años y les inspirase a desarrollar su creatividad combinando música, naturaleza y tecnología. Cada canción describía un fenómeno natural como el ciclo de la luna, la reproducción del ADN o el movimiento de las placas tectónicas.
Sin embargo, en España, la música sigue siendo considerada como una materia secundaria, que aparece y desaparece del currículo educativo según los designios políticos. Como tampoco es convenientemente defendida por algunas familias que ignoran todos sus beneficios.