HABLAMOS CON… TONI GARCÍA (MEJOR DOCENTE DE ESPAÑA 2018)
- 23/04/2019
- Publicado por: idDOCENTE
- Categoría: ENTREVISTAS
Toni García ha sido galardonado este año como el Mejor docente de Primaria 2018 por la plataforma Educa, tras haber sido propuesto como candidato por alumnos y familias y donde se ha valorado rigurosamente su experiencia docente, su formación, sus publicaciones e investigaciones y su participación en proyectos innovadores. Lleva 25 años dedicado a la docencia y actualmente es maestro y director del colegio público Joaquín Carrión Valverde, en San Javier. Además de sus obras literarias Toni García, Mejor docente de Primaria 2018 es autor, entre otros, de libros como “Hacia una nueva educación”, “118 Recursos TIC gratis para docentes”, “Educación Emocional para todos”, “Manual para superar la adolescencia” y “Artieducación”.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los docentes en el siglo XXI?
La escuela de hoy está en plena transformación. Debido a la globalización, al gran avance de los transportes y a las nuevas tecnologías, la sociedad actual cambia de un año para otro, y a la escuela le está costando adaptarse a esa nueva sociedad en continuo movimiento. Cambian los trabajos más demandados, las relaciones interpersonales, hasta incluso el modo de enseñar y de aprender. Obviamente, es importante que los docentes dominen los contenidos de las materias, sin embargo, hoy en día ya no es tan necesario que un maestro posea una acumulación enorme de conocimientos. La educación del siglo XXI no se basa tanto en la trasmisión de los conocimientos como en qué hacer con esos conocimientos. Y ese es el gran reto educativo de este siglo; dar respuesta individual a cada uno de los alumnos para que puedan desarrollar sus habilidades y talentos particulares, especialmente en una sociedad donde la motivación académica está en caída libre.
¿Qué competencias y habilidades tienen que trabajar ahora los docentes para lograr conectar con sus alumnos?
Hoy en día, es extraño encontrar a alguien que lea una noticia de principio a fin. Por norma general, no leemos más allá de los titulares. Las noticias cada vez son más escuetas porque existen controladores que detectan que, en cuanto pasa un minuto, el lector pincha ya en otro titular. A los alumnos de hoy en día les sucede algo parecido. Su cerebro está acostumbrado a la lectura breve y a la recompensa inmediata. Eso hace que les cueste mantener la concentración y que se desmotiven con facilidad. Por eso, en las metodologías más actuales el componente lúdico tiene un peso tan importante. A veces, incluso por encima del propio aprendizaje. Todo con tal de que nuestros alumnos no se aburran. Curiosamente, la escuela está descuidando competencias y habilidades fundamentales tanto para el éxito escolar como para el éxito laboral y, si me apuras, para la vida misma, como son la resistencia a la frustración, la capacidad de espera en beneficio de una recompensa mayor, la concentración, el análisis pausado, la reflexión… Esas competencias son la base del aprendizaje.
¿Cómo podemos ofrecer diferentes escenarios de aprendizaje a los alumnos con un sistema educativo excesivamente regulado y normativo?
Nuestro currículo es excesivamente rígido y, además, está obsoleto. Hay muchos contenidos que debemos eliminar y otros que deberíamos incorporar. Fíjate: hace unos 18 años, para sus trabajos de aula, yo enseñaba a mis alumnos de 5º y 6º de Primaria edición de imágenes y procesador de textos, hasta que un día el inspector me dijo que debía dejar de hacerlo porque aquello no estaba en el currículo. Quizá lo que debería haberme dicho era que, efectivamente, tenían que incorporar aquellos conocimientos al currículo porque serían imprescindibles para nuestros alumnos en un plazo de 10 años. Parte del éxito educativo de los países del norte de Europa o de Canadá radica en que el currículo lo establece el propio centro educativo teniendo en cuenta sus características particulares. En nuestro país eso sería impensable, porque aquí seguimos ninguneando al maestro de primaria y el currículo lo establecen profesores universitarios que, con todos mis respetos, hace años que no saben cuál es la realidad de los centros educativos. Pero, además, un buen currículo debe venir acompañado de un buen entorno de aprendizaje. Yo siempre digo que una persona con un talento exquisito para tocar el piano jamás podrá desarrollar dicho talento si nunca tiene la posibilidad de tocar un piano. Por eso, las escuelas deben dejar de tener ese aspecto carcelario y convertirse en centros culturales de aprendizaje donde los alumnos puedan acceder a espacios repletos de materiales donde experimentar y poder desarrollar sus talentos.
En el éxito escolar, ¿tiene más importancia el esfuerzo o el talento? ¿Cómo podemos conjugarlo?
El talento sin esfuerzo no vale para nada. En ningún ámbito de la vida. Tampoco en el educativo. El problema es que socialmente trasmitimos que con talento ya está todo hecho. Como sociedad, trasmitimos a nuestros menores que solo con proponérselo, pueden conseguir lo que quieran. El mundo actual está repleto de ese tipo de mensajes motivadores que consiguen miles de likes en las redes sociales. Sin embargo, no les decimos que para llegar hasta el éxito hay un enorme y largo camino lleno de esfuerzo, de sacrificio, de trabajo duro, de decepciones, de alegrías, de dolor. De algún modo, el nivel de exigencia a nuestros menores se ha ido reduciendo lentamente, y cuando los niños dejan de ser niños y se enfrentan de repente al mundo real se dan cuenta de que con esas frases no van a ningún lado. Por decirlo de un modo visual, es como mandarlos a un temporal con chanclas y un paraguas.
¿Cómo integrar la participación de las familias en la escuela y cómo coordinar una labor educativa armoniosa entre ambos agentes?
Parece que escuela y familia están condenadas a no entenderse. Yo creo que ambas partes tenemos una parte de responsabilidad en ello. Por un lado, los padres delegan cada vez más una parte muy importante de la educación familiar en los colegios y a veces se inmiscuyen en aspectos didácticos que no les corresponden. Por la otra parte, es cierto que hay docentes a los que no les gusta la presencia de los padres en los centros educativos y que solo cuentan con ellos para confeccionar juntos el traje de Carnaval. Yo soy de los que creen que las escuelas, como lugares de aprendizaje, deben ser lugares vivos donde participen todos: padres, alumnos, profesores y la ciudadanía en general, con cursos, charlas, debates y actividades conjuntas. En este sentido, creo que debe existir unas normas básicas que no se deben romper: el respeto mutuo, la crítica constructiva y que, antes de echarle la culpa al otro, analicemos primero nuestra propia responsabilidad.
Binomio investigación – innovación educativa ¿Qué oportunidades tiene el docente para formarse adecuadamente?
Desde hace muchos años vengo reclamando dentro del horario lectivo una o dos horas de formación para los docentes innovadores de educación infantil y primaria, que son quienes tienen un horario casi completo de atención directa al alumnado. La formación en el ámbito educativo es vital. Sin embargo, en los últimos años, las administraciones han convertido el magisterio en una parte más de la burocracia. Para hacer una oposición hoy en día tienes que tener más conocimientos de la normativa vigente que didácticos. A eso hemos llegado. No podemos pedirles a los docentes que investiguen e innoven si los convertimos en meros burócratas. Nadie en su sano juicio dejaría a su hijo en manos de un médico que rellenase muy bien los papeles pero que no estuviese a la última en medicina. Pues en el magisterio pasa lo mismo: se necesita un reciclaje constante.
¿Cómo visibilizar la labor profesional docente en la sociedad?
En España todavía tenemos un complejo con los títulos universitarios. El maestro de primaria siempre ha sido el marginado del sistema educativo. Parece que los maestros no tengamos la categoría suficiente para hablar de educación. Hay quien piensa que para enseñar a sumar dos más dos tampoco hace falta tanto. Incluso dentro del propio profesorado. Para hacer los currículos, la administración cuenta con profesores universitarios, pero no de primaria. Para hablar de los problemas de la enseñanza, los medios de comunicación hablan con profesores universitarios, pero no de primaria. Tanto unos como otros ningunean un día sí y otro también a los docentes de las etapas más bajas. Sin darse cuenta, desprestigian nuestra labor docente y trasmiten una pésima imagen de nosotros.
Más allá de lo puramente académico, ¿cómo se trabajan los valores en el aula?
Yo siempre digo que los valores no se dicen, se actúan. El aprendizaje de los valores sociales en los menores se produce fundamentalmente por imitación, por eso nuestra actitud como docentes dentro del aula es básica: saber escuchar, juzgar correctamente, no gritar, ser sinceros, eliminar prejuicios, ser honestos, ser responsables… No podemos decirles a nuestros alumnos o a nuestros hijos que lean un libro mientras nosotros estamos con el móvil. Tal es la importancia de la imitación que puedo decirte que, desde hace una década para aquí, cada vez me encuentro con más alumnos, incluso de primero y segundo de primaria, que fingen que les han hecho una falta en un partido de fútbol en el patio. Yo sé que es muy complejo, pero los docentes, como ejemplo de nuestros menores y como trasmisores de la cultura de una sociedad, debemos intentar ser lo más ejemplares posibles.
¿Cómo encontrar el equilibrio entre Educación y tecnología?
La tecnología es hoy por hoy una herramienta imprescindible en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La tecnología nos permite tanto transmitir conocimientos de un modo más atractivo y visual como crear nuestros propios materiales adaptados a nuestros alumnos. En la actualidad, el equilibrio entre tecnología y educación es complejo. Hay centros que se resisten a la incorporación de las nuevas tecnologías y hay centros que apuestan solo por las tabletas, eliminando prácticamente los libros de texto tradicionales y la escritura. Al final, no debemos olvidar que los materiales son solo materiales, y que lo importante es el aprendizaje. Lo fundamental es que nuestros alumnos sepan quién es Cervantes, ya sea a través de un vídeo, de una representación teatral o leyéndolo en la enciclopedia de la biblioteca. Por eso, lo más aconsejable es la combinación de todo ello, con la finalidad de que nuestros alumnos puedan acceder al aprendizaje a través de distintas metodologías y de distintos materiales, de tal modo que su experiencia de aprendizaje sea lo más enriquecedora posible.
¿Cómo te gustaría ser recordado por tus alumnos?
Me gustaría que me recordasen como un maestro que supo ver y extraer lo bueno que había en ellos. Una de las experiencias más bonitas como maestro es cuando te encuentras con un antiguo alumno y te dice que estudió esto o aquello gracias a que se lo enseñaste o se lo descubriste tú. Es algo muy hermoso.
En definitiva, Toni García nos dice que la escuela del siglo XXI debe convivir con las nuevas tecnologías, pero necesitamos humanizarla más que nunca poniendo el foco en cómo sienten los alumnos; las familias deben participar y no delegar responsabilidades; debemos valorar el esfuerzo frente a la inmediatez de las recompensas; la investigación debe incorporarse en el horario lectivo docente; y el maestro debe ser consultado cuando se elaboran leyes y currículos educativos, pues son quienes están a pie de aula en contacto directo con la realidad.
Felicitaciones al equipo que escogio entrevistar al Profesor Ton Garcia, me ha hecho reflexionar sus palabras, referente a la tanta informacion que se tiene actualmente que te cae en valdazos, lo apoyo en lo referente que los curriculos deben ser confeccionados por supuesto con participacion de los maestros primarios.