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Las dos instituciones educativas tradicionales por excelencia son la escuela y la familia. Es cierto que en un mundo globalizado e interconectado a través de las nuevas tecnologías y de las redes sociales como es el actual, la influencia del entorno en los menores es mucho mayor de lo que era hace varias décadas. Sin embargo, la base de la educación de nuestros hijos y alumnos sigue recayendo en la familia y en la escuela, que son los que mayor influencia tienen en el desarrollo de los niños. Debido a ello, una adecuada relación entre la familia y la escuela es absolutamente fundamental para que exista un buen seguimiento y una adecuada continuidad en el proceso educativo del menor.
Aunque la relación escuela-familia siempre ha sido causa de algunos conflictos, es cierto que en las últimas décadas dicha relación se ha visto mermada considerablemente. En el curso 2018-2019 ―el último completo presencial― se contabilizaron 39.675 agresiones físicas y verbales a docentes en las siete comunidades autónomas que reportan datos. Esta cifra que va en aumento año tras año denota esa pérdida de respeto y de autoridad que están sufriendo los docentes por parte de algunos padres, lo cual no solo perjudica la imagen de la escuela como institución sino –y sobre todo- desmotiva a una parte del profesorado, con lo que se produce una pérdida en la calidad educativa que reciben los alumnos.
Es evidente que en la participación conjunta de escuela-familia sobre la educación de un menor aparecen dificultades y diferencias que pueden generar diversos conflictos entre padres y docentes. Problemas de comportamiento, bajo rendimiento escolar, fracaso escolar, adicción a internet y a redes sociales, trastornos alimentarios, desarrollo de la autonomía y de la autoestima o problemas de integración social, entre otros, son algunos de los aspectos que afectan tanto a padres como a docentes, ya que en la mayoría de los casos requiere de la participación de ambos sectores. Por ello, aunque puedan surgir problemas de interpretación o diferencias en el modo de afrontarlo, es más que evidente que una adecuada relación colaborativa entre el centro educativo y la familia es básica para la subsanación de dichos problemas con la finalidad de mejorar así el desarrollo psicoevolutivo, social y cognitivo del menor, por lo que ambas partes implicadas están obligadas a entenderse y colaborar.
Para mejorar la relación entre la escuela y la familia de una manera participativa, se pueden realizar diferentes actuaciones por parte de los centros educativos. Entre esas actuaciones, podemos destacar las siguientes:
- Reuniones individuales: se trata de las habituales entrevistas o reuniones individuales con los padres de los alumnos para hacer un seguimiento del rendimiento escolar del niño. En este sentido, debemos recordar que la solicitud de estas reuniones no debe hacerse solo para abordar problemas, sino también para felicitar cuando haya que hacerlo, aspecto que –debido a estar casi siempre más pendiente de las dificultades- en muchas ocasiones se nos olvida.
- Reuniones generales: donde abordaremos todos aquellos aspectos generales que afecten al proceso de enseñanza.
- Escuelas de padres: es un espacio de información, formación y reflexión sobre aspectos relacionados con las funciones de los padres en la educación de sus hijos.
- Tertulias-café: son sesiones de orientación y asesoramiento psicopedagógico de un modo distendido e informal con temas de interés para los padres.
- Celebraciones y Fiestas Escolares: Navidad, Carnaval, Fin de Curso.
- Asistencia a exposiciones y trabajos de los alumnos: cuando nuestros alumnos exponen sus trabajos, es aconsejable establecer un horario para que los padres puedan ver los trabajos que han realizado sus hijos.
- Cuentacuentos y día de las profesiones: también podemos contar con los padres para que realicen diferentes actividades dentro del aula, como puede ser contar un cuento o hablar de su profesión.
Para todo ello, es fundamental que el centro educativo tenga establecido un plan de comunicación directa y eficaz con los padres, tanto presencial como telemático a través de alguna plataforma o por correo electrónico, con una página web donde se recoja diferente información del centro a la que los padres puedan acudir para informarse. En este sentido, es muy importante que a principio de curso todos los tutores se reúnan con los padres e informen de cuáles son los canales de comunicación entre el centro y las familias, que recopilen los correos electrónicos de los padres para poder comunicarse de manera habitual con ellos y que informen de la existencia de la página web y de las redes sociales del centro. Esto ayudará a que la comunicación entre la escuela y la familia se realice de una manera fluida.
Hola, me gustaría saber de donde se extrae el dato de «39.675 agresiones físicas y verbales a docentes en las siete comunidades autónomas que reportan datos». Aparte de diferentes noticias en periódicos no he encontrado ninguna fuente oficial que dé ese dato.
Muchas gracias de antemano.
Un saludo,