HABLAMOS CON… JUAN G. FERNÁNDEZ (DOCENTE DE ESO Y BACHILLERATO)
- 11/10/2022
- Publicado por: idDOCENTE
- Categoría: ENTREVISTAS

Juan G. Fernández es docente de ESO y de Bachillerato y doctorando en psicología. Además, es autor de «Educar en la complejidad» y “La evaluación formativa” así como del blog “Investigación docente”, un blog de educación con más de 600 visitas al día, algo realmente extraordinario y muy meritorio. Enhorabuena.
En la bio de tu blog escribes que hace unos años empezaste a leer libros de educación y que te diste cuenta de que muchas veces no eran accesibles a tus compañeros porque estaban en inglés, por lo que decidiste empezar a resumir y traducir los más significativos en tu blog. De aquí surgen varias preguntas. Vamos con la primera. ¿Crees que, en general, existe un bajo nivel de inglés en el profesorado?
En general los datos demuestran que los docentes somos parecidos en estas cosas al resto de colectivos. El problema no es tanto el bajo nivel de inglés, sino que se trata de un lenguaje muy específico que es complejo y al que hay que acostumbrarse. Por eso mi inspiración son los grandes blogs de educación en inglés que tratan de “traducir” a un lenguaje sencillo pero aplicado al aula, y yo trato de ser el siguiente paso: traducirlos, esta vez literalmente, al castellano.
Gran parte de la buena literatura sobre educación está en inglés. Teniendo en cuenta que la educación está considerada como una ciencia social, ¿consideras que el profesorado tiene una buena formación científica?
Una vez más, mi respuesta es que la formación es similar al resto de la población. La estadística es a veces mal comprendida, y abundan las creencias erróneas en torno a la psicología que abundan entre la población general. La cuestión es que esta alfabetización científica nos ayudaría mucho a entender no sólo estudios educativos, sino de otra índole: económica, sanitaria, etc.
Todos los artículos que publicas en tu blog tienen una base científica más que divulgativa. ¿Crees que en la educación actual sobra divulgación poco rigurosa y falta educación basada en evidencias?
Bueno, yo no soy quién para decir qué es divulgación rigurosa o cuál no… En general, yo veo la divulgación como una invitación constante a leer las fuentes originales. En ese sentido, el deseo del blog es que sea una puerta para leer a los que de verdad saben: los autores originales. Sí creo que falta educación informada por la investigación, y que faltan lecturas sobre aspectos esenciales que sabemos que funcionan y que, aunque no sean los más llamativos, en el fondo son los que más ayudan a aprender.
Dices que una de las cosas más útiles para los docentes es que sean conscientes de la distinción entre aprendizaje y resultados académicos. ¿Por qué?
Porque podemos pensar en el aprendizaje como una escalera en la que hay una ascensión progresiva y esto no suele ocurrir así. Hay saltos grandes (como al aprender un “concepto umbral”: algo que nos ayuda a entender una idea clave), pero también hay momento de estancamiento y hasta de retroceso. Por otro lado, ocurre también una variable temporal en la que podemos pensar que se ha aprendido algo, pero al cabo del tiempo se olvida por completo. En ese caso debemos ser conscientes de que un buen resultado en un momento dado, si no permanece, no es aprendizaje.
Una de tus grandes preocupaciones es la evaluación. ¿Evaluamos bien a nuestros alumnos?
Por un lado, creo firmemente en que no evaluamos bien ni al propio sistema educativo. Tener leyes que no perduran más de 4 años no ayuda, pero tampoco los indicadores me parecen los adecuados. Necesitamos un análisis más fino, que además vaya acompañado de recursos y formación en aquellos centros donde existan más dificultades. La heterogeneidad del sistema educativo es enorme y necesitamos más y mejores datos para comprenderlo bien. A nivel de aula, la evaluación debería ir por otros derroteros: más basada en el aprendizaje y menos en unos resultados finales. En ese sentido la evaluación formativa es la clave que nos permite utilizar la evaluación para mejorar el aprendizaje, y es a lo que hemos dedicado Mariana Morales y yo nuestro libro “La evaluación formativa”.
¿Cuáles son para ti los principales problemas de nuestro actual sistema educativo?
Como acabo de mencionar, un problema enorme es la segregación que ocurre en muchos lugares. Esto provoca que haya centros donde se dan las condiciones para que todo funcione, porque el entorno familiar tapa los agujeros. Como ejemplo, las extraescolares de apoyo al estudio. Y hay otros centros donde lo que se necesita es que desaparezca la rotación del personal, por ejemplo, y la interinidad excesiva que impide el desarrollo de cualquier proyecto de centro. Además de eso, en mi opinión es clave que el debate sobre la formación docente abarque también lo que sucede después de acceder a la profesión, y no solo antes. En ese sentido la educación informada por la investigación es clave, para enfocar las formaciones en aspectos concretos y prácticos, y transformar los centros en lugares donde se comprueba (se pone a prueba) las iniciativas que se van tomando.
La motivación del alumnado es uno de los grandes desafíos de la enseñanza y una de las principales preocupaciones de los docentes. Muchos docentes se quejan de que, para captar su atención, la enseñanza lucha contra TikTok y YouTube y se ha vuelto un espectáculo donde los maestros se han convertido en animadores. ¿Es posible la motivación sin espectáculo?
Es posible y deseable. Debemos enfocarnos en el aprendizaje, que es la función esencial de la escuela. Por tanto, si usamos algo que es muy motivador, debemos ser conscientes de que supone una actuación puntual para luego ponernos a pensar. Dice DT Willingham que la memoria es el residuo del pensamiento: sólo se aprende en lo que se piensa. La cuestión es que necesitamos motivación para mantener nuestra atención (y por tanto, nuestro pensamiento) sobre conceptos e ideas que son complejas. Pero la mejor motivación es la que deriva del propio aprendizaje: si estás terminando de leer de esta entrevista, espero que sí, no es porque te vaya a dar un premio después. Es porque quiere leer y reflexionar, en definitiva, aprender.
Vamos con un tema muy controvertido. Muchos docentes critican que la escuela se ha convertido en una especie de aparca-niños mientras sus padres trabajan y que a los padres, en realidad, no les importa ya tanto los estudios. ¿Crees que en España se valora la profesión de maestro y estudiar?
Como siempre, no podemos caer en apreciaciones gruesas. Estaría bien estudiar a fondo estas cuestiones: por ejemplo qué clase de jornada beneficia más el aprendizaje. Lo que sucede es que la cantidad de tiempo es importante, pero lo que hacemos en ese tiempo es más importante si cabe. En este sentido, creo que las familias deberíamos preocuparnos no sólo por la cantidad de tiempo que pasan los niños en la escuela sino por cómo se emplea ese tiempo. Y ahí las actividades que ayuden a la conciliación tienen que pensarse desde unos objetivos claros, no pasar el tiempo por pasarlo. Enlazando con el resto de la entrevista: hay que utilizar las mejores herramientas que permitan aprender. Eso es la clave. Las metodologías deben planificarse en función de lograr el mayor aprendizaje posible para todas las personas que haya en clase.
Y ya para finalizar, ¿algún consejo a todos aquellos que ahora están estudiando para ser maestros y profesores?
Mi consejo es que lean, autores y perspectivas diversas. Si te estás formando como docente, la lectura es una parte esencial: vas a leer muchas líneas escritas de tu alumnado, y de la administración. Acostúmbrate a leer con profundidad, y a tomar decisiones en base a lo que vives y también a lo que lees. A mí eso me ha ayudado mucho.