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A veces, cuando hablamos de la gestión de conflictos, lo asociamos a la existencia de violencia. Y lo primero sería distinguir entre conflicto y violencia, pues no necesariamente van siempre unidos, puede existir conflicto sin que exista violencia. Aunque siempre que exista violencia, será porque ha habido un conflicto que no se ha resuelto a tiempo.
Así, por ejemplo, según Casamayor (1998) «un conflicto se produce cuando hay un enfrentamiento de los intereses o las necesidades de una persona con los de otra, o con los del grupo, o con los de quien detenta la autoridad legítima «. Es decir, problemas derivados de la convivencia en un entorno o grupo cerrado como puede ser la escuela donde se observan diferentes roles entre alumnos y docentes. Son inevitables y constituyen una oportunidad educativa.
Para Trianes (2000) la violencia es «un comportamiento agresivo con la intención de causar daño físico, verbal o psicológico a otra persona, que es juzgado inadecuado socialmente, incluso penado por la ley». Por tanto, la violencia se puede y se debe evitar porque impide el desarrollo de las personas en la sociedad e imposibilita la convivencia pacífica.
Objetivos de un Plan de Convivencia
Con el fin de propiciar buenas prácticas y colaborar en la construcción de una escuela más reflexiva y más autónoma, se propone elaborar el Plan de Convivencia. Según el artículo 2.2 de la Orden de 18 de julio de 2007, los objetivos que se persiguen con el Plan de Convivencia son los siguientes:
- Facilitar a los órganos de gobierno y al profesorado instrumentos y recursos en relación con la promoción de la Cultura de Paz, la prevención de la violencia y la mejora de la convivencia en el centro.
- Concienciar y sensibilizar a la comunidad educativa sobre la importancia de una adecuada convivencia escolar y sobre los procedimientos para mejorarla.
- Fomentar en los centros educativos los valores, las actitudes y las prácticas que permitan mejorar el grado de aceptación y cumplimiento de las normas y avanzar en el respeto a la diversidad y en el fomento de la igualdad entre hombres y mujeres.
- Facilitar la prevención, detección, tratamiento, seguimiento, resolución y gestión de conflictos que pudieran plantearse en el centro, y aprender a utilizarlos como fuente de experiencia de aprendizaje.
- Facilitar la prevención, detección y eliminación de todas las manifestaciones de violencia, especialmente de la violencia de género y de las actitudes y comportamientos xenófobos y racistas.
- Facilitar la mediación para la resolución pacífica de los conflictos.
Estos son objetivos generales que cada centro tendrá que concretar y desarrollar en su Plan de Convivencia a partir del diagnóstico realizado.
Gestión de conflictos: negociación y mediación
Cada centro, tendrá que establecer y reflexionar entre las dos posibles maneras de gestionar un conflicto: la negociación y la mediación.
En cuanto a la negociación, cabe diferenciar entre la negociación colaborativa y la competitiva. Es aconsejable en la escuela tender siempre hacia la colaborativa donde las partes enfrentadas en el conflicto busquen una solución en función de sus demandas y la busquen mediante la comunicación, el diálogo. Analizando el problema de manera objetiva y dejando al margen sentimientos personales. Decimos que no es muy aconsejable la negociación competitiva porque se basa en la imposición de una solución al conflicto que viene dada por quien ostenta mayor autoridad, es decir, los docentes. Y al alumnado siempre le quedará un sentimiento de que no ha sido escuchado. Perdemos además, la posibilidad de educar desde la empatía, desde la escucha activa, desde la colaboración en la búsqueda de soluciones.
Sobre el proceso de mediación, comentar que deriva directamente de la negociación y supone la presencia física de una persona que actúa como bálsamo neutralizante de las actitudes y los comportamientos derivados de un conflicto, como son agresión, violencia, falta de respeto, etc. Por otro lado, ocupa el papel de testigo y, en el caso de los centros educativos, es el depositario de los acuerdos que se tomen y deberá velar por su cumplimiento. El tutor es quien suele ocupar este puesto y adquiere una nueva dimensión ante su grupo de tutelados porque ven en él la persona que ayuda a crear una buena relación dentro del mismo (Pantoja Vallejo, 2005).
Según Lederach, podemos seguir cinco pasos para llevar a buen término el proceso de mediación:
- Entrada: se responden las preguntas ¿quién? y ¿cómo?. La respuesta a la primera debe ser una persona neutral al conflicto. La segunda se refiere a la forma en que llegan los casos al equipo, que suele ser diversa, al igual que la designación de la figura que hará de mediador.
- Cuéntame: cada una de las partes expone su punto de vista. El mediador deberá crear el clima de confianza y respeto que permita la fluidez de las ideas.
- Situarnos: consiste en identificar bien cuál fue la causa del conflicto. Deberá hacerlo preferentemente el mediador o contribuir a que ocurra. Las dos personas en conflicto habrán de escucharse atentamente y enterarse con claridad de la versión que da la otra. Se trata de compartir el problema.
- Arreglar: no se trata tanto de que el mediador aporte soluciones, sino de que sean los propios implicados los que lleguen a un acuerdo. El mediador facilita la clarificación de las ideas que a veces aparecen enmarañadas.
- Acuerdo: es la parte final, el consenso al que se llega y que debe quedar escrito para evitar que luego haya malas interpretaciones.
Existen innovaciones y alternativas muy interesantes como las de este vídeo donde el proceso de mediación lo llevan a cabo los alumnos por ser siempre los primeros en conocer y detectar situaciones de conflicto entre compañeros. Y porque además de actuar con mayor prontitud, se resuelven mejor los conflictos entre iguales, de alumno a alumno.
¿En qué pilares basáis en tu centro el Plan de Convivencia? ¿Qué tipo de negociación aplicáis? ¿Cómo desarrolláis el proceso de mediación?
Si un alumno durante 4 años falta al respeto a un profesor, incluso con actitud hostil, desafía constantemente y de modo difamatorio…. El profesor nunca ha denunciado los hechos al Director por vergüenza. Y expulsa durante 3 minutos al alumno fuera de clase….. La madre encorelizada, va a Dirección y avisa que su hijo esta siendo acosado por este hecho Se descontextualizan y tergiversan los hechos Se inculpa al profesor. Qué se debe hacer?. Incluso se toman medidas cautelares) preventivas y aunque el profesor va al centro docente,no se le permite impartir en ninguna de las aulas donde imparte docencia durante 2 días. Implica ésto también suspensión del sueldo? Gracias. Esperando su respuesta, reciba un saludo