HABLAMOS CON… FRANCESC NOGALES (FINALISTA PREMIOS EDUCA ABANCA 2019)
- 07/10/2020
- Publicado por: idDOCENTE
- Categoría: ENTREVISTAS
Francesc Nogales es en la actualidad uno de los grandes referentes de la educación en España. Entre otros reconocimientos, ha sido 2° mejor docente de España de Primaria 2019 de los Premios Educa Abanca y Premio Grandes Iniciativas 2020. En la actualidad, es maestro del Colegio San Enrique.
Háblanos un poco de ti. ¿Por qué te dedicaste al mundo de la enseñanza? ¿Lo tenías claro ya desde pequeño?
La realidad es que de pequeño no soñaba con ser maestro, hasta los 12 años mi intención siempre fue ser arqueólogo. Me encantaban los dinosaurios, recuerdo que cada vez que íbamos en familia al monte buscaba fósiles. Luego quise estudiar “imagen y el sonido”, me apasionaba la idea de grabar documentales, me imaginaba siendo el técnico de cámara que acompañaba a Félix Rodríguez de la Fuente. Fue tras acabar el selectivo, en el colegio de mi hermano, un centro específico de Educación Especial al que él acudía desde hacía poco… Organizaron el “día de la familia” y descubrí que aquellos maestros eran capaces de construir un mundo mejor, de ayudar a mi hermano, y de ser transformadores de la vida de aquellas personas. Ahí cambié todos los planes, y supe que yo era un maestro de educación especial que acababa de encontrarse a sí mismo, quería cambiar el mundo, y en ello estoy.
¿Tienes algún maestro o maestra de referencia actual o que te haya dejado huella cuando eras alumno?
Todos los maestros dejan huellas, al igual que todos los alumnos nos dejan huellas a nosotros. Recuerdo a Doña Pilar, me emocionó ver a mi tutora de quinto de EGB llorando al decirle que me iba del colegio. Los maestros no debemos esconder nuestras emociones y aquella profesora, ya mayor en edad, era una adelantada pedagógica para la época. En la actualidad me encanta Chema Lázaro, yo quisiera tener su habilidad para explicar de forma sencilla cosas tan complejas como la neuroeducación. Me gustaría tener la sensibilidad de Jose María Toro, pero si hay que elegir un único referente me quedo con Tonucci.
Las escuelas están viviendo unas circunstancias excepcionales provocadas por el COVID. De todos los problemas que han quedado al descubierto, ¿cuáles son los retos más importantes, según tu opinión, a los que se enfrenta la escuela y los maestros?
La crisis social que estamos viviendo actualmente ha destapado muchos de los fracasos de un sistema educativo que se sigue sujetando gracias al capital humano que tenemos. Empezó siendo una crisis sanitaria, ahora se habla de crisis económica, pero también es al mismo tiempo una crisis educativa, aunque nadie lo diga. El reto más importante es decidir qué modelo educativo queremos en nuestro país, un modelo clásico y tradicional, que sigue vigente y que con el confinamiento se vio inútil y desfasado, o un modelo educativo en 360º en el que nadie se quede atrás y que integre de verdad a toda la comunidad educativa y entorno del alumno. No sirve de nada cambiar leyes si no cambiamos el día a día del aula. Los políticos ya han demostrado que la educación no es una prioridad comparable a la economía, pero no es la primera vez que eso queda reflejado, y son los políticos que la sociedad ha decidido, por tanto la responsabilidad es nuestra. Para los maestros el reto es absoluto, debemos renovarnos, digitalizar la escuela significa que los docentes tengan competencias digitales, y esa es una asignatura pendiente. Educar para el futuro implica conocer nuevas metodologías, pero también conocer bien a nuestro alumno para saber qué método le sirve mejor en cada momento. La neurociencia debe empezar a aplicarse en las aulas, en nuestro día a día, y ahí también tenemos mucho que aprender todavía. Conocemos las competencias básicas, pero como he dicho en el día a día muchos no han cambiado casi nada. A veces parece que con estas nuevas medidas de distancia no podemos trabajar de forma innovadora, pero durante el confinamiento mis alumnos escribieron un libro que ya está a la venta y que además sus beneficios van a una ONG. El reto es reinventarnos.
A lo largo de tu carrera como docente has ganado diferentes premios y menciones. ¿Qué metodología utilizas en el aula?, ¿Qué requisitos debe tener una metodología para tener éxito con los alumnos?
Es cierto, siempre han existido premios educativos, algunos llevan cerca de 40 años celebrándose, pero ahora parece que se han incrementado. Un reconocimiento debe ser el resultado de una forma de trabajar, de una forma de educar, pero no el objetivo ni la meta. En ocasiones algunos creen que los maestros buscamos ese reconocimiento pero no es así, en absoluto, buscamos que nuestros alumnos aprendan de forma vivencial, y que generen competencias que puedan serles útiles en el futuro. Para ello yo siempre digo que la metodología debe ser como un buffet de comida, yo debo poseer múltiples métodos, pero el alumno es quien debe aprender. Si le enseño a todos lo mismo y de la misma forma no les servirá a todos de igual manera, por eso creo que en cada bloque, unidad didáctica o proyecto debo proponer distintas opciones para que afiancen aprendizajes, comprendan de distintas formas y se generen los anclajes neuronales. Yo uso la gamificación por ejemplo en matemáticas y a nivel conductual, el aprendizaje basado en retos y en proyectos, especialmente interdisciplinares, y también hago uso del vídeo como herramienta del aula. Una de las cosas que trato de hacer es que todos los aprendizajes sean basados en contextos reales, si trabajamos la noticia buscamos la forma de que los niños escriban en un periódico de verdad, si estamos aprendiendo el dinero pues los alumnos salen conmigo a comprar el almuerzo a la cafetería, si trabajamos el lenguaje formal escribimos a la Zarzuela y contactamos con Felipe VI. Cuando les damos a los niños la posibilidad de elegir, ven que su aprendizaje es útil en la vida real y si además tiene una repercusión social los resultados académicos son positivos.
Durante los últimos meses, muchos docentes critican que la escuela se ha convertido en una especie de aparca niños mientras sus padres trabajan ¿Crees que en España se valora la profesión de maestro?
Tengo serias dudas acerca de que cualquier padre valore a la escuela como “parque de bolas” para su hijo. Tenemos la suerte de encontrarnos con una profesión generalmente muy bien valorada por las familias, por aquellas personas que están en contacto directo con nosotros. Creo que los docentes a veces nos olvidamos de explicarles a las familias por qué hacemos un escape room, por qué realizamos una u otra actividad en el aula, cuando lo explicamos y les implicamos las familias se convierten en agentes educadores fundamentales, y valoran lo que hacemos. En ocasiones también debemos tener esa apertura y tranquilidad para escuchar una crítica, entender su motivo, y aceptar que también podemos equivocarnos. Si somos maestros sinceros y auténticos con nosotros mismos, con las familias y con el alumno seremos más felices y nos sentiremos mejor valorados por esas personas con las que trabajamos. Otra cosa es que nos valoren desde la Administración, o los políticos. Ahí no hablamos de que nos valoren individualmente, sino como colectivo. En ese sentido somos un arma política, nada más. En el último debate electoral dedicaron a la educación un tiempo de cuatro minutos. Con eso está todo dicho. No obstante, si debo elegir, prefiero que me valoren las familias y los alumnos antes que los políticos, ellos al menos son la materia prima con la que trabajamos.
La motivación por aprender es uno de los grandes desafíos de la enseñanza y la principal preocupación de los docentes. Muchos docentes se quejan de que los alumnos están desmotivados y que, para captar su atención, la enseñanza se ha vuelto un espectáculo donde los maestros se han convertido en animadores. ¿Es posible la motivación sin espectáculo?
Me encanta esta pregunta, existe una moda ahora de nuevas metodologías, que en verdad no son tan nuevas ya que muchas se fundamentan en pedagogos de la primera mitad del siglo pasado, la revolución viene a partir de la neurociencia bien aplicada. La motivación nace en nosotros, los docentes, si yo no voy motivado al colegio no puedo esperar que mi alumno lo haga. El arte de la palabra y del discurso, de la buena comunicación; el arte de una mirada, una expresión… puede ser ya una motivación en sí misma. Competimos con los efectos especiales de los videojuegos, con la música y con un entorno social hiperestimulante, pero el secreto está en nosotros, motivarnos como docentes y luego en la propuesta al alumno. Yo no soy de crear grandes escenografías, ni me disfrazo, pero utilizo dos herramientas más poderosas: implicar a las familias dejándoles que vengan al aula y participen, y por otro lado implicar al entorno del alumno, su barrio, los medios de comunicación, personas de la comunidad… Todo niño quiere que su familia vea lo bien que lo hace, sentirse acompañado, y al encontrar utilidad al aprendizaje en su entorno cercano lo aprendido cobra sentido.
Y ya para finalizar, ¿algún consejo a todos aquellos que ahora están estudiando para ser maestros y profesores?
A los futuros maestros os pido compromiso, es la profesión más bonita del mundo, pero para hacerlo bien se necesita dedicación y compromiso. Os invito a escribir en un folio los motivos por los que habéis decidido ser maestros, el modelo de maestro que os gustaría ser, y guardad esa carta hasta que hayan pasado unos años trabajando en un colegio. Volver a leerla os ayudará a recordar por qué estáis en este barco conmigo, y para quien esté desmotivado, o se haya perdido será una forma de reencontrarse consigo mismo.