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EL TEATRO COMO RECURSO EDUCATIVO
- 27/03/2017
- Publicado por: idDOCENTE
- Categoría: RECURSOS
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El público va ocupando sus asientos. Los alumnos, entre bastidores, van escuchando el murmullo que hay en el patio de butacas mientras dan los últimos retoques al vestuario o al maquillaje. Se levanta el telón y comienza la función.
Quizás, ese sea el objetivo de los alumnos: estrenar una obra de teatro y hacer una representación brillante. Nosotros, como docentes, hemos aprovechado todo ese proceso hasta llegar ahí, para ofrecerles diversas situaciones de aprendizaje.
El teatro no debe ser un fin, sino un medio, una estrategia pedagógica motivadora, multidisciplinar y transversal. No debería limitarse a la representación de final de curso, sino el motivo por el cual invitar a todos los alumnos a participar en un proyecto colaborativo que es de todos, y a través del cual poder desarrollar habilidades y poner en práctica conocimientos.
En primer lugar, porque la fuerza que en la actualidad tienen los medios sociales y de comunicación, que nos lanzan mensajes e información a bocajarro, merma la capacidad de expresión. Nos acostumbramos a oír, pero ni escuchamos ni nos dejan mucho lugar a pensar ni expresarnos. Y el teatro es en su esencia una actividad artística que permite escuchar, expresar y exponer diferentes puntos de vista, no sólo en el momento de la representación, sino también durante el montaje.
Es muy fácil y cotidiano encontrarnos en esa situación en la que un alumno no pueda representar determinado papel porque va en contra de sus valores o creencias. Y aquí el teatro puede ofrecer oportunidad para dialogar, conocer otras culturas, asumir la diferencia desde el respeto y la diversidad como enriquecimiento y no como amenaza.
Nuestros alumnos son preadolescentes o adolescentes que en el proceso de formar su personalidad e ir separándose del vínculo de sus padres, pasan por momentos de muchas inseguridades. Y reaccionan ante el mundo o bien de manera agresiva o bien de manera retraída. El hecho de otorgarles un papel oportuno, puedo ayudarlos a sintonizar con su entorno escolar y familiar, a reconocerse y elevar su autoestima.
Poner a trabajar en una misma escena al alumno que tiene una actitud amenazante y ofensiva con sus compañeros, junto al otro alumno más introvertido y tímido, cambiando sus papeles, al menos les obligará a aceptarse y respetarse.
Dar el papel de bella a la chica acomplejada con su físico, o el papel de galán a un alumno con discapacidad, nos obliga a plantearles quiénes son ellos en realidad, a descubrir cuáles son sus talentos y lo que son capaces de hacer, frente a lo que la sociedad considera como “normal”.
Es sencillo entusiasmar a los alumnos con sólo el hecho de plantear la interpretación de una obra. Luego llega el momento en que se toparán de frente con la necesidad de establecer métodos, ensayos, rutinas, responsabilidades con ellos mismos y con el resto del grupo… Y es el momento entonces de apelar a la disciplina, al esfuerzo, al compromiso que deben ofrecer. En nuestro buen hacer como docentes, depende de que esa disciplina sea asumida con naturalidad y no como algo traumático. Pero en definitiva, aprenden que nada se les da hecho.
Aparte de todo esto, toda obra está enmarcada en un contexto histórico, socioeconómico, político y cultural determinado. Con lo cual, podemos hacer de la investigación una actividad para llegar a esos conocimientos entroncándolos con el programa establecido para ese curso. Y además, podemos hacer uso de tecnologías para esa investigación: televisión, Internet, fondos digitales de bibliotecas y archivos públicos… Conocer cómo grabar en vídeo para inmortalizar un ensayo para después visionarlo y corregir fallos.
Es necesario también colaborar en el diseño del vestuario, del decorado, de los objetos que intervengan en las escenas. Y podemos explicar las técnicas para elaborar todo lo necesario en las clases de Educación Plástica.
Hasta es necesario hacer uso de las Matemáticas, en concreto de la Geometría. Un actor debe saber moverse en el escenario, calcular el espacio del que dispone para no salirse de la escena y no tropezarse con objetos. Aquellos que sean encargados de la iluminación, deben manejar conceptos como la altura, la verticalidad, etc.
En definitiva, el teatro se nos presenta como un recurso educativo vertebrador de diversas actividades de aprendizaje, y como actividad artística, una de las más completas para el desarrollo personal del alumno por las experiencias vitales que puede proporcionar junto a sus compañeros.
Y se bajará el telón tras la representación, y esos aplausos finales, ese reconocimiento, supondrán una de las mejores calificaciones que no van a olvidar nunca.