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APRENDIZAJE COOPERATIVO: CÓMO AGRUPAR A LOS ALUMNOS
- 26/09/2018
- Publicado por: idDOCENTE
- Categoría: METODOLOGÍAS
El aprendizaje cooperativo es una metodología que trata de organizar las actividades dentro del aula para convertirlas en una experiencia social y académica de aprendizaje. Los estudiantes trabajan en grupo para realizar las tareas de manera colectiva.
El objetivo principal de los participantes de un grupo es realizar una tarea propuesta, que solo pueden lograrla cuando cada miembro entiende que su objetivo particular suma al objetivo general del grupo. De tal forma, que no se trata de repartir una parte del trabajo por cada participante, sino de una interdependencia basada en “solo puedo lograrlo si tú lo logras, pero para que tú lo logres también yo debo lograrlo”.
El pilar fundamental del aprendizaje cooperativo se basa en la interacción entre todos los participantes del grupo. Todos deben compartir, ayudar, y animar a sus compañeros. Será el docente quien deba promover esa interacción con diferentes dinámicas, pero hay un aspecto clave que es imposible obviar. Para trabajar de manera cooperativa y para que exista esa interacción los alumnos deben estar juntos y deben estar bien agrupados en función de unos criterios, como pueden ser:
- Primar los grupos heterogéneos y potenciar la diversidad como elemento enriquecedor del aprendizaje: los diferentes puntos de vista, las situaciones en las que un alumno conoce mejor un tema u otro dispone de mejores habilidades para una tarea, las diferentes formas de hacer… suponen oportunidades de aprendizaje para todos los miembros del grupo. Y que además, superarán con la ayuda de los demás. Para lograr esta heterogeneidad podemos establecer algún criterio a la hora de agruparlos. Por ejemplo, si en nuestro centro es necesario promover la convivencia social y la integración nos guiaremos por un criterio social e intentaremos agruparlos en función de diferentes niveles socioeconómicos, de diferentes etnias… Si nuestro objetivo es que los alumnos construyan conocimiento para resolver una hipótesis dada, entonces nos guiaremos por factores escolares más relacionados con el rendimiento, las necesidades educativas…
- Establecer el número adecuado de participantes: cada agrupamiento presenta ventajas e inconvenientes ya sean muy numerosos o pocos. Deberemos decantarnos por más o menos participantes teniendo en consideración las ventajas o inconvenientes que presenten según el objetivo didáctico que pretendamos que logren los alumnos. En líneas generales, podemos decir que en los grupos muy numerosos observamos mayor diversidad de capacidades, habilidades e intereses. Sin embargo, es más difícil lograr la coordinación y un nivel óptimo de interacciones porque tienden a surgir subgrupos o a algunos alumnos les cuesta más participar. En grupos más reducidos, la coordinación y participación es más fluida y se pueden lograr acuerdos más fácilmente. Pero contamos con menor diversidad de capacidades y actitudes.
- Determinar el tiempo que trabajarán juntos: todos los grupos pasan por diferentes etapas en su desarrollo. Una primera fase de formación donde cada participante permanece expectante ante el comportamiento de los demás y los roles que se asumirán. A continuación, la fase de conflicto donde aún se mantiene la desconfianza pues desde el primer momento tienen que decidir cómo se van a organizar. Después, en la regulación, es donde empiezan a establecerse relaciones para empezar a funcionar. Durante el desempeño, el grupo ya está estructurado y se conocen y respetan. Y la desintegración cuando el trabajo se da por finalizado. A partir de aquí, al igual que ocurría con el número de participantes, mayor o menor tiempo de agrupamiento se decidirá en función del objetivo didáctico a sabiendas que en ambos casos existen ventajas e inconvenientes. Las ventajas de agrupar a alumnos durante un periodo corto de tiempo es que tendremos más posibilidades de establecer nuevos grupos de manera que cada alumno termine trabajando con todos los compañeros de su clase. Las apatías ante la circunstancia de trabajar con alumnos que no se lleven bien, disminuye porque asumen que acabará pronto. Las interacciones son mayores en menor tiempo porque hay que resolver el reto propuesto con mayor celeridad. Por el contrario, en un grupo más estable en el tiempo los participantes tienen más tiempo para conocerse y aprender a trabajar de manera cooperativa, lo que revierte positivamente en la dinámica de trabajo. Los grupos terminan por configurar una estructura más sólida lo que aumenta el sentimiento de identidad grupal muy necesario para el logro conjunto de objetivos.
Y en líneas generales, comentar que además de estos criterios, es preciso conocer la experiencia previa que tengan los alumnos en trabajar de manera cooperativa. Cuanta menos experiencia tengan en aprendizaje cooperativo, siempre es conveniente empezar por grupos reducidos y por corto tiempo.
¿De qué otras estrategias te sirves tú para que tus alumnos trabajen cooperativamente?
Yo suelo organizar grupos de dos habitualmente para representar diálogos en una situación concreta , con un vocabulario específico y el uso de determinadas estructuras. Otras veces en grupos de 4 para trabajar en un proyecto que luego tienen que presentar al resto del grupo. El criterio para formar el grupo de trabajo suele ser homogéneo en cuanto a sus habilidades en mi asignatura: Inglés